La ourensana Cecilia Martínez Leal acaba de proclamarse campeona de la División de honor de rugby femenino con el CRAT Coruña
El deporte ourensano cuenta con una nueva campeona nacional. Cecilia Martínez Leal, nacida en Marín casi por casualidad -"solo porque lo pone el DNI", comenta-, logró el título de liga en la División de honor de rugby femenino con el CRAT Coruña. Para ello lleva emigrando a tierras coruñesas la segunda mitad de la temporada los tres últimos años. Hasta diciembre compite con el Campus Ourense en la Liga Autonómica y desde enero le toma el pulso, y de qué manera, a la máxima competición nacional. Segunda plaza en la fase regular y triunfo en la final de Gijón por un contundente 35-9 al Getxo Artea RT. Días después el segundo título, la Copa Xunta.
¿Qué se siente al ser campeona de España?
Mucha alegría, es un momento muy especial no solo por el trofeo en sí, además por la evolución del equipo: terceras hace dos años, subcampeonas la campaña pasada y ahora el título.
En la final, 39-5. El resultado dice que fue fácil, ¿no?
No esperábamos un resultado tan amplio ante Getxo, sobre todo porque en la liga nos habían ganado, pero todo salió perfecto. El objetivo al inicio de liga era estar arriba pero la verdad es que aunque sepas que lo vas a hacer bien nunca puedes dar algo por hecho ya que además fue muy duro.
¿Cómo se lleva eso de coger el coche para jugar en la elite?
La decisión es muy dura porque jugar en el CRAT suponía dejar de lado al Campus pero la verdad es que era una oportunidad para mí y merecía la pena. Estoy muy contenta porque jugué todos los minutos de todos los partidos de liga y play off.
¿Y la próxima temporada?
Me pesan los años -sonríe- y no sé lo que haré. Aunque tengo 33 años fisicamente me veo capacitada para seguir en División de honor pero trabajar e ir a entrenar a Coruña, además de los partidos, se hace complicado. Seguiría encantada pero tengo que valorarlo aunque siga o no en el CRAT estaré en el Campus, todavía no pienso en la retirada porque la competición la llevo mamando desde que era muy joven.
Claro, es que si aún se pudiera vivir de esto...
En España, en el rugby masculino algunos puedan ser profesionales, pero en el femenino ni de coña, como mucho algunas facilidades en el tema de la vivienda, pero no más allá de una ayuda. Y ello pese a que se alcanzó un muy buen nivel internacional, sobre todo desde el actual formato de competición que hizo crecer el número de fichas, aunque sigue siendo un deporte muy minoritario. Hace poco España logró un hito histórico al ganar a Nueva Zelanda (campeona mundial) en las Series Mundiales de Seven. Esa buena imagen internacional no tiene por ahora demasiada recompensa en lo que a reconocimiento se refiere. Los deportes femeninos y colectivos siempre estuvieron por debajo, a pesar de los éxitos. Ojalá cambie a pesar de que la gente aquí solo tiene ojos para el fútbol.
¿Cómo llegó al rugby?
Lo mío siempre había sido la natación (en 2002 llegó a ser subcampeona de España absoluta en los 400 estilos y en el Natación Pabellón estuvo a la sombra de la gran Paula Carballido) pero es un deporte muy sacrificado y con mi llegada a la Universidad tuve que dejar su práctica. Una compañera de estudios llevaba tiempo animándome a probar en el rugby y tras mi último año de carrera probé, y aquí estoy.
¿Es tan violento como se dice?
El rugby no es un deporte violento, claro que llevas golpes aunque para nada es violento. Como decía un entrenador mío 'no es un de-porte de contacto, es un deporte de evasión'. En el rugby, sobre todo en el femenino, siguen existiendo los clichés. Se puede jugar al rugby y ser muy femenina, pensar lo contrario sería seguir en el pleistoceno ya que una cosa es lo que pasa en el campo y otra lo que eres fuera. Existen muchos tópicos ya que a un campo de juego, tanto en el rugby como en cualquier deporte, no se va a coquetear.
