FÚTBOL SALA

La cita copera
 de Marín no fue ningún bálsamo para Cidade y Envialia

El Envialia continúa sin poder meter mano a los equipos top, mientras al Burgas se le está haciendo largo el curso

La disputa del segundo título oficial de la temporada en el fútbol sala femenino (el primero fue la Supercopa de España) no supuso ningún bálsamo para los equipos ourensanos de la máxima categoría. Ninguno partía como favorito en la fase final de la Copa Galicia que se desarrolló en Marín y por desgracia para ambos los pronósticos se cumplieron, y ya en las semifinales. Así, después de las derrotas del Envialia ante el Burela (2-3) y del Burgas ante el Poio (2-7) a la postre el campeón, las blanquinegras continúan sin poder meter mano a los equipos top de la categoría, mientras a las blanquiverdes parece que se le va a hacer larga la recta final de campeonato.

Salvando las distancias, la temporada para los equipos ourensanos dista demasiado de ser buena. La consecución de la Copa de España 2017 parecía suponer la reactivación del proyecto de Chipi en el Envialia, pero fue un espejismo. La lucha por los títulos era la nueva y ambiciosa meta y por ahora al equipo blanquinegro ya se le han escapado tres: las dos Copas y la Liga, en la que marcha a 14 puntos del líder.

En la Copa Galicia, su rival en la semifinal era el "coco". Si para el Envialia el título es un objetivo, para este Burela basado en el talonario y semiprofesional en una categoría prácticamente amateur a pesar de ser una Primera División, es casi una obligación. Y tampoco logró levantar el trofeo.

Más allá de la derrota, el equipo ourensano demostró su competitividad en los torneos de un fin de semana, tanto que todavía sigue escociendo la forma en la que cayó ante el conjunto lucense. Se puso por delante con un tanto de Luci, recibió el empate y el 1-3 con sendos tantos en propia meta y cuando estaba dominando el partido, y después de reaccionar nuevamente en el juego y en el marcador desperdició la oportunidad de llevar el partido a los penaltis enviando al palo una pena máxima a un minuto del final.

Ahora, el equipo de Chipi tiene dos retos por delante en lo que queda de curso, igualar la clasificación obtenida en las dos temporadas del técnico vigués en el banquillo ourensano (la quinta plaza), y defender el título logrado hace casi un año en la cita copera nacional


El otro ourensano


Para el Burgas, la empresa todavía marcha un poco peor. En el seno del conjunto blanquiverde tenían claro que la lucha por la permanencia era la meta, pero todo se ha esfumado y, lo peor, todavía con mucho tiempo por delante.

En la semifinal de Marín, las ourensanas sufrieron a un Poio que se mostró como una apisonadora. En apenas 12 minutos abrieron una distancia insalvable en el marcador (1-4), diferencia que continuó creciendo hasta el 2-7 final. Manolo Codeso tiene mucho trabajo por delante para que no se produzca la bajada de brazos en un equipo que había mostrado de sobra su competitividad, aunque sin los resultados esperados. La falta de tensión por la ausencia de obligación de buscar victorias no debe volverse en su contra, sobre todo teniendo en cuenta que en las tres próximas salidas ligueras el joven conjunto ourensano se medirá a Alcorcón, Universidad de Alicante y Atlético.

El futuro inmediato del Burgas debe pasar porque sus "niñas" sigan ganando experiencia en una competición de "señoras" en la que volverán a tener presencia.

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