El Pabellón logró sumar un punto de mérito tras el mejor partido del año ante el líder, el Celta, que llegó a Os Remedios jugándose el título del grupo 1
Pocos lo esperaban. Y nos les faltaba razón. Con la clasificación en la mano era difícil creer que el Pabellón, colista, pudiese puntuar ante el Celta, el líder. Además, los celestes se están jugando el título y el billete a la Copa de Campeones que arrancará en su ciudad y acabará en Ourense. Pero, en el mejor partido de la temporada, los pabellonistas lograron un meritorio empate a un gol que les hace mantener la sonrisa varios días después.
"Nos salió todo perfecto. No fue un partido donde un equipo agobia al otro y este tiene suerte de sacar un empate. Estuvimos defensivamente muy bien y saliendo a la contra con acierto. Ellos con sus armas y nosotros con las nuestras, disputamos un partido muy equilibrado", destaca Guillermo García, técnico del Pabellón.
El entrenador quiere poner el punto en valor por ser un rival de tanta entidad. "El Celta vino con todo. A morir. Se está jugando mucho. No es como si les sorprendes en la jornada 9. Están en un mano a mano con el Sporting por el título".
Un resultado que plasma la mejoría del equipo con el paso de las semanas. Que la temporada no ha sido buena es una realidad, pero al menos el tramo final está dejando aspectos positivos. "Se demuestra que, a pesar de la situación, seguimos entrenando duro y sin bajar los brazos. Cuando tuvimos la plantilla al completo, competimos. Se trata de que el trabajo dé sus frutos", apunta García. Y eso se puede aplicar al curso que viene. Desde el club pabellonista saben que tienen un plantel joven y la experiencia que están ganando, puede ser clave en unos meses.
"Ante el Celta, cuatro titulares eran de último año, cuatro de segundo y tres de primero. Además tres cambios eran debutantes también. Buscamos que los jugadores que se queden con nosotros crezcan y mejoren en la competición, y los que salgan puedan encontrar una buena opción para seguir jugando".
La siguiente oportunidad para hacerlo volverá a ser en Os Remedios, el sábado a las 16,30 horas. Enfrente estará el Santiago, un rival que también se juega mucho, pero en este caso por abajo. Los compostelanos marcan los puestos de descenso y llegarán exigidos.
