BALONMANO

Digno adiós al sueño del ascenso de Carnes del Ribeiro

photo_camera Los jugadores del Carnes do Ribeiro se lamentan al finalizar el partido ante el Claret

El Carnes do Ribeiro perdió por la mínima ante el Claret y se queda sin opciones de subir a Primera Nacional en la fase que se disputa en Ribadavia

No pudo ser. El Carnes do Ribeiro lo puso todo sobre la pista, pero no podrá celebrar un ascenso histórico delante de sus aficionados. Los de Ribadavia se enfrentaban al Claret asturiano, el rival con más papeletas de subir. Y en un partido de menos a más, los ourensanos cayeron por 17 a 16, quedando sin opciones matemáticas de luchar por la primera plaza en la última jornada. La lesión de Celso Sotelo, su máximo goleador en el debut, fue clave para los locales, que quedaron huérfanos en el juego ofensivo desde el minuto 15.

Los primeros compases estuvieron marcados por la igualdad y la alternancia en el marcador. Eso sí, y fue la tónica del partido, las defensas se impusieron a los ataques en todo momento. Los asturianos dieron primero, pero el Carnes do Ribeiro reaccionó y se puso 5 a 4 arriba mediado el primer periodo. Ahí les costó más. El Claret se hizo con el dominio y fue logrando una renta muy trabajada. Al descanso, mandaban 6 a 10.

Arreón final

Apoyados por sus aficionados, los locales intentaron subir el nivel en el segundo tiempo, pero sufrieron. Costaba marcar y los visitantes se colocaron con un 17 a 11 que parecía definitivo. Sin embargo, en el tramo final, los de Ribadavia sacaron el orgullo y la energía para meter el miedo en el cuerpo a su adversario. Tanto que, tras ponerse 16 a 17, tuvieron la última opción para empatar. No pudo ser. 

A pesar de ello, la grada supo apreciar el esfuerzo de los suyos, a los que nadie les puede quitar la experiencia. Aún sin opciones de ascenso, el Carnes do Ribeiro intentará cerrar la fase con un buen sabor de boca. Se despiden ante el Alcobendas (12,00 horas). La motivación no faltará. Y las ganas de intentar subir a Primera Nacional para la temporada que viene, tampoco. 
 

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