El Estradense superó con claridad a un equipo local que fue una caricatura en manos de un rival muy superior
El Barco cayó con estrépito ante el Estradense por un claro y rotundo 1-4. Además la imagen que dio el equipo, sobre todo en la primera parte, no fue la esperada por el numeroso público que acudió a Calabagueiros.
Y es que desde el comienzo del partido el Estradense salió mucho más enchufado que un Barco que no se parecía en nada al de la pasada semana en Verín. A los 19 minutos llegó el primer gol visitante. El capitán del Estradense Unai se aprovechó de la pasividad defensiva para marcar el primer gol. Pasada la media hora llegó el segundo al despejar Jorge Lamas un centro con la mala suerte que lo introdujo en su porteria. El Barco era un juguete en manos de un Estradense que incluso vio como le anularon un gol por posible fuera de juego.
Por suerte en la segunda parte cambio la decoración. Los rojillos salieron mucho más enchufados y buscaron acortar distancias en el marcador. Algo que lograron a los ocho minutos cuando Carlos remató de cabeza en el segundo palo un buen centro de Javi Recamán. El propio Carlos pudo lograr el empate pero su disparo desde el borde del área se fue rozando el poste de la portería de Coke. Ahí se acabaron las opciones locales, más cuando Silva aprovechó un rechace de un saque de esquina para colar por la escuadra de Macía un disparo desde 30 metros. 1-3 y partido sentenciado, si bien los pontevedreses todavía hicieron un nuevo gol en los instantes finales cuando Moure remató de cabeza un centro. Derrota sin paliativos para un Barco que decepcionó a sus aficionados.
