Familia y amigos de Cristian Caride le sorprendieron tras un año de tratamiento contra la leucemia para seguir siendo el pilar de su recuperación
Todos lo sabían menos él. El protagonista de esta historia. Cristian estaba impresionado. No esperaba la sorpresa que le estaba dando su familia en el campo de O Seixo. Su novia Elena, el delantero, Paco y el coordinador del CD Allariz, Michel, fueron los cómplices de una reunión con todos los amigos en los que Cristian se apoyó en los momentos más débiles del tratamiento contra la leucemia.
"Pero que facedes aquí?", preguntaba incrédulo mientras acababan de salir sus amigos y familiares de uno de los vestuarios del campo donde estaban escondidos. El ex defensa del CD Allariz repartía besos y abrazos casi por inercia.Todavía sin darse cuenta de lo que estaba pasando.
Después de un año de tratamiento, Cristian Caride mejora con pasos de hormiga. No quiere ser cigarra y es previsor en cuando a su estado de salud: "Estou moito mellor, agora fago unha vida normal, non é coma antes que me tiña que privar de cousas. Bueno, a verdade e que aínda teño unhas poucas restricións, pero son menos". Su sonrisa se agranda cuando un primo pequeño trae un balón. Vuelven los recuerdos y empieza a dar toques. Revive el pasado cuando se enfudaba la camiseta del equipo. Uno, dos, tres... estaba nervioso y se le cae. Tras algunos vaciles, vuelve a intentarlo. Esta vez han sido más de diez. Tras superar la prueba, chuta a portería. Ensaya la celebración, pero el primero se lo paran. El segundo va a la red y abraza a uno de sus amigos.
La pregunta era obvia. Surge por sí sola. Quizá recurrente: ¿Cuándo podrás volver a jugar? A Cristian le cambia el semblante. La risa se torna en melancolía y responde con un sincero "todavía non o sei. Se por min fora xa sabes que mañá. Pero aínda teño que esperar".
El ourensano todavía continúa con el tratamiento. Cogiendo el coche con sus padres y su novia cada dos lunes para ir a un hospital de Vigo. "Agora vou cada dúas semanas para ver como vai todo e que todo esté en órden. Xa sabemos o que hai. Estás cousas van despaciño". Sin embargo, su estilo ha cambiado. Presume de que ya se ha cortado el pelo dos veces. Ni rastro del cabello rubio débil que lucía. Su vitalidad es mayor, pero su alegría es la misma. Igual de contagiosa que siempre.
Casos cada vez más frecuentes
Cada día salen diagnósticos positivos de cáncer y en el último año han sido varios los futbolísticos que también lo han hecho público.
Recientemente, el español Fran Sol, jugador profesional del Willem II, acaba de ser tratado de un cáncer testicular. La operación fue positiva y no necesita tratamientos complementarios.
Más cerca, en Bilbao, Yeray Álvarez anunciaba que el final de su tratamiento está cerca. El jugador del Athletic Club mandó un mensaje de apoyo al jugador ourensano, a través del Diario La Región.
Nadie mejor que él, para saber por lo que está pasando Cristian. Pero no todas las noticias son buenas. En un homenaje personal, está presente el recuerdo de Adrián Vela, ex jugador y entrenador del Juventud Rondilla de Valladolid, que murió hace una semana a los 25 años después de dos años de lucha contra la leucemia. Amigo y luchador innato fue, es y será un ejemplo.
Con la misma fuerza, Cristian lucha cada día. Pero no es una pelea equilibrada, porque la balanza se inclina con el empuje anímico de toda una familia. Con vínculos de sangre o sin ellos.
Cristian y su padre, Gonzalo, abandonan O Seixo mientras recuerdan el lugar exacto donde recibió un golpe y perdió un testículo. Lo cuentan con normalidad y con una sonrisa genética que no se borra ni en las peores circunstancias. El "partido" de Cristian está llegando a su final. Todavía queda un poco para celebrar la victoria.
