FÚTBOL | TERCERA DIVISIÓN

El partido de la tranquilidad para el Arenteiro

<p></p>
photo_camera El mediapunta verde Dani Chimpin pelea por llegar a una pelota con el veterano central del Céltiga Angelo.
Arenteiro
Arenteiro
2
1
Céltiga
Céltiga

Cuando todo acaba bien, da gusto. Así finalizó el partido en Espiñedo, con la grada y jugadores locales celebrando una victoria que se les estaba resistiendo mucho más de lo que todos deseaban y que llegó a la séptima, aunque eso sí, sufriendo y casi pidiendo la hora.

Pero que más da, triunfo ante el Céltiga, un rival directo, por 2-1, que les deja con un colchón de once puntos sobre los puestos de descenso y con un buen margen también sobre los posibles arrastres que pueden venir de la Segunda divsión B.

Afrontaron los locales el partido con el pensamiento único de sumar una victoria que desde hacia semanas se le estaba resistiendo. Y salieron enchufados. Además, el guión del partido estaba claro. El Céltiga dejaba campo, se atrincheraba atrás con dos líneas defensivas y esperaba encontrar una contra salvadora o una jugada de estrategia. Todo iba sobre el papel. Dos llegadas locales con disparos de Martín González y Carlos de Dios que se fueron desviados y poco más que contar.

Pero no iba a ser tan fácil. De eso se encargó el Céltiga. Primera llegada. Saque de esquina que se "come" Pachi y Angelo remata en el segundo palo, con la fortuna de que el palo devolvió el remate.

Los visitantes ya dejaran claro a lo que habían venido a Espiñedo. Aún así, los verdes siguieron a lo suyo. Rubén Arce tuvo la mejor ocasión, pero su disparo, solo ante Manu Tabóas fue muy centrado y el meta vigués consiguió desbaratarlo. Fue el preludio. Cinco minutos más tarde, en el 39, un centro de Arce lo aprovechó Carlos de Dios con un remate de cabeza para poner en franquicia a los suyos.

Lo más difícil estaba logrado. Descanso, marcador a favor y replantear el partido de cara a la segunda parte. Pero esta temporada el Arenteiro no quiere las cosas fáciles, ni partidos cómodos.

Y en esta vez volvió a suceder. Todavía estaban algunos aficionados regresando a sus localidades cuando a los 40 segundos de la reanudación, una falta sin aparente peligro, la sacó Adrián Camiño y sorprendió a todos subiendo el empate a un gol al marcador. Jarro de agua fría para los locales que de nuevo tenían que sobreponerse.

Pero si algo tiene el equipo verde es alma y orgullo. Y lo volvió hacer. Y eso que el Céltiga no lo puso nada fácil. Dio un paso hacia adelante y puso más artillería sobre el campo. Hubo minutos de ida y vuelta con ocasiones para ambos.

Dani Chimpín disparo obligó a Tabóas a mandar a córner un buen remate y Adrián Pol tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol del visitante Nico con el guardameta Pachi superado.

En el minuto 63, un saque de esquina lo remató Portela y cuando se cantaba el gol en la grada, apareció la mano salvadora de Tabóas enviando la pelota a córner. Y a la salida del saque de esquina, bingo. Igor Sevivas de cabeza llevaba el delirio a la grada.

Quedaban 20 minutos y tocó sufrir. Y de lo lindo. Máxime cuando un error de Pachi no lo supo aprovechar Nico que estando solo mandó la pelota fuera. El Arenteiro respiró, la grada disfrutó y se rompió una racha que ya duraba seis semanas sin una victoria que necesitaban casi como el comer.

Manel Vázquez, satisfecho

El entrenador local también estaba muy contento a la terminación. "La forma era lo de menos, lo importante era romper la mala racha que llevábamos. Nos vamos muy contentos ya que nos quitamos la presión y ansiedad que tenían los jugadores. Era necesario sumar".

Te puede interesar