Para presumir, hay que sufrir. De esa frase hecha hizo este domingo el Velle un curso intensivo y el Antela todo lo que llevamos de temporada. Derbi ourensano en A Moreira entre dos equipos con necesidades. Todavía queda mucho. Cierto. Pero también lo es que las semanas pasan y la exigencia de sumar es cada vez más alta.
En el césped de Xinzo, primero golpearon los locales, pero los visitantes remontaron en la segunda parte para poner el 1-2 y conseguir oxígeno en forma de puntos.
Tras el homenaje al atleta limiano Rubén Diz, el duelo comenzó equilibrado. Fue el Antela el que quiso más al principio, especialmente con Joni por la banda izquierda. Y su mejor puesta en escena tuvo premio. Pase interior para Xoel, David Viana despeja su remate, pero el rechace le cae a Carrasco que, con un toque sutil de zurda, logra el 1-0.
Alegría en los locales. Otra vez. Porque el Antela ya sabe lo que es adelantarse en el marcador y terminar de vacío. Su pesadilla se volvió a repetir
Antes, los de Moises Pereiro aguantaron bien. Al Velle le costaba generar peligro. Camba tuvo el empate pero mandó su remate arriba. Los visitantes también buscaron sacar provecho del saque rápido de una falta, pero erraron. Al descanso, ventaja mínima para el Antela.
Las cosas no tardaron en cambiar tras el descanso. En el minuto 48, Camba encuentra un hueco entre los centrales y, cuando buscaba el remate, cae ante la salida del meta Taboada. Penalti y protestas locales. Felipe se encargó de transformarlo y poner el 1-1.
Fue un punto de inflexión. El partido se volvió más brusco, con entradas de "tarjeta naranja", pero también con ocasiones. Varandela la tuvo para el Velle pero remató mal. Joni dispuso de la más clara para el Antela, pero el central Ocampo la sacó en la línea de gol.
Fue en el minuto 70 cuando el Velle culminó la remontada. Córner sacado desde la izquierda, Camba remata en semifallo en el segundo palo y Salgueiros, de cabezazo en plancha, marca el 1-2 ante las protestas de los blanquinegro, que pedían fuera de juego. De nuevo, polémica
Quedaba tiempo por delante para que pasaran muchas cosas. El Antela ya poco tenía que perder. Se fue a por la igualada. Antón pudo aprovechar otro balón más a la espalda de la zaga, pero no resolvió con acierto.
El Velle buscaba salir a la contra, pero se dedicó con más esmero a defender los córners y faltas que protagonizaron el último arrerón de su rival. Consiguieron su objetivo.
Pitido final y un 1-2 para el Velle, que respira, y deja muy tocado a un Antela que sigue siendo víctima de un mal con difícil cura. La virtud de saber cerrar los partidos.
