El COB cayó en Lleida en un partido marcado por sus propios fallos iniciales alguna decisión arbitral clave y una puñalada final de José Simeón
El COB pasó en un segundo de certificar una remontada sobresaliente en Lleida a regresar de vacio. De confirmarse como candidato a pelear el liderato a encadenar su segunda derrota consecutiva.
Después de 2.399 segundos de altibajos en el juego y emocionales, José Simeón sentenció con una canasta de mérito. Un bofetón sin opción a revancha. La canasta del base a nueve décimas del final fue una puñalada para el COB.
Hasta ese momento, el COB encadenó momentos plagados de errores con buenos minutos de equilibrio en ataque y solvencia defensiva. Una línea discontinua suficiente para pelear el partido pero no tanto como para resolverlo antes de tiempo.
El primer cuarto no tiene disculpa. Ni las molestias de Chase Fieler ni el acierto excesivo de Javi Múgica. Mal en la exigencia individual y mal en el trabajo colectivo. A la deriva.
Le siguió un cuarto notable. Un COB aupado por la intensidad que le aplicaron Christian Díaz y Suka-Umu. Más alegre, más vertical, más vistoso. Mejor equipo.
Prolongado en un tercer cuarto en el que el Lleida estuvo grogui. Ahí pudo estar la clave. Cuando el COB olfateó la victoria y no supo atraparla. Perdonó Rejón una canasta hecha bajo el aro con siete puntos arriba y encadenó después dos errores consecutivos para intentar enmendar el anterior. Errores que dieron vida al rival.
Los momentos clave
De nuevo a cara o cruz. Mal negocio para un COB con la balanza volcada hacia el lado malo.
Salva Arco clavó un triple que pudo dar la victoria (70-71). 44 segundos para el final.
Kaufmanis falla y el COB tiene posesión y 36 segundos de partido. El último ataque del COB se lo juega Fieler. Penetración y falta clarísima de Alzamora que corrige su posición con la cadena desequilibrando al norteamericano. Pagán Baró está a un metro y no pita nada con el Lleida sin estar en bonus. El COB tendría posesión y 13 segundos de partido. Una decisión arbitral clave.
Lo que vino después ya se sabe. Lo han emitido televisiones y páginas web. Recibe Simeón, un bote a izquierda, tiro desequilibrado y ...
