A falta de noticias, rumores

El 'D' para el COB se acabó convirtiendo en una jornada marcada por las informaciones interesadas y las oportunistas en las redes sociales

Las redes sociales poblaron de mensajes una jornada insufrible. Jugadores, clubes, webs especializadas, periodistas... Con dudas empezó el día y con más dudas terminó.

Poco después de que el CSD diese una alegría a Pontevedra y a Cangas llegaron los mensajes más definitorios. Todos en una única dirección. El COB jugaría en la ACB y solo faltaba la firma del presidente del CSD, Miguel Cardenal. Falso.

Un poco después se puso incluso tope a la espera. A lo largo de la tarde el CSD se pronunciaría y lo haría dando la razón al equipo ourensano. Al segundo bulo no hizo falta desmentirlo. El reloj lo fusiló al anochecer.

Mientras, hubo tiempo para que los aficionados ourensanos celebrasen oficiosamente el ascenso y para que alguna web incluso empezase a colocar los primeros fichajes ya para la ACB. Alex Urtasun llegaría desde el Sevilla, Suka-Umu iba a renovar, Salva Arco por supuesto y también Pedro Rivero. Dos de cuatro.

Desde Madrid, con teclados dirigidos en webs que se proclaman independientes, informaban otra vez de documentaciones que por alineaciones astrales nunca perjudican al Fuenlabrada.

Y al final, nada. Después miles de mensajes y millones de 'toques' para refrescar los canales elegidos solo quedó el silencio. Con el campo de batalla plagado de escombro pero con nada en limpio que sacar. Eso sí, citados hoy en el mismo escenario para volver unos a poner el corazón y otros las vísceras pero todos con un objetivo común, saber de una vez por todas que ocurre con un Club Ourense Baloncesto que esta noche sopla velas. A eso de las diez y media cumple 60 días como equipo ACB. Su problema es que nadie le había dicho que para llegar a la tierra prometida tenía que haber desconfiado de todas las que le hicieron por el camino. Que para que el CSD diga la verdad debe confiar en que un montón de mentiras no le tapen la boca.

Una cosa es cierta. Ya queda menos. Cuánto menos y lo que espere en destino ya es otra historia. Ahí ni los que venden humo ni los que prefieren ser cautos tienen ni idea.

El deporte es así de enrevesado. Ah no, que esto hace ya muchas semanas que dejó de ser deporte. Eso sí es indiscutible.

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