La plantilla del Ourense B que militó la temporada pasada en la Preferente Autonómica ha servido para potenciar a todas las categorías del fútbol provincial
Fue sin duda alguna una de las mejores generaciones de jóvenes futbolistas de las últimas temporadas. Además sus números también lo acreditan. Muchos de ellos debutaron con el primer equipo en Segunda B, realizaron un buen papel en Preferente y pusieron el colofón a una gran temporada con la consecución de la Copa Diputación.
Pero una vez más, salvo raras excepciones, será otra generación perdida y por desgracia ya van demasiadas. Pero, como no hay mal que por bien no venga, los grandes beneficiados han sido el resto de equipos del fútbol provincial que han pescado a la mayoría de jugadores, de hecho únicamente quedan dos por situarse, aunque no será por no tener ofertas.
El portero Aarón firmó por el Choco, de Tercera división. Miguel, el otro guardameta todavía no ha firmado aunque en la comarca de Xinzo de donde es natural le esperan con los brazos abiertos. En la zona defensiva todos tienen ya equipo. Peli (Melias), Ocampo y Pana (Arenteiro), Alex (Bande), Lamelas (Lemos), Pablo Corzo (Barco), Iago (Verín) y Abelardo (Nogueira). Por su parte en el centro del campo solo Cristian Presas sigue sopesando su futuro, aunque Verín o Arenteiro son sus principales candidatos.
El resto también encontraron acomodo. Toni (Nogueira), Carlos y Dani (Barco), Esteban, Rubén Arce y Senén (Barbadás) y Gabriel (Verín).
Por su parte en la delantera el máximo goleador del equipo, Choco, se enroló en la Barbadás mientras que Viti se fue a tierras verinenses y Omar fichó por el Nogueira de Fran Justo. En cuanto a los juveniles Álvaro y Guillermo, que actuaron también en varias ocasiones con el primer equipo, podrían recalar en el Melias.
Un elenco de jugadores que a buen seguro paliará el déficit de futbolistas que hay en la provincia y que llegaron como agua de mayo a los equipos ourensanos tanto de Preferente Autonómica, donde recalaron la mayoría, como los de Primera Regional. Aunque la pena es que por el camino se corte la progresión de muchos de ellos, si bien en este caso la culpa fue la desaparición del primer equipo donde muchos de estos jóvenes jugadores tendrían su oportunidad a lo largo de esta temporada.
Los entrenadores
Mucha parte de culpa de la trayectoria del ya desaparecido equipo filial la tienen sus entrenadores Manel Vázquez y Julio Nóvoa, que fueron los encargados de conseguir reunir a ese grupo de jugadores en torno a un proyecto que no pudieron concluir. Ahora son piezas cotizadas y seguramente pronto empezarán a llegarles las ofertas para ocupar plaza en los diferentes banquillos de los equipos ourensanos.
