Los clubes lamentan que la ya precaria asistencia habitual se vea aún más alterada por un conflicto burocrático de Federación, aseguradora y hospitales
Primero incredulidad y después alarma. Estas han sido las reacciones que dejó la noticia publicada en exclusiva el viernes por La Región al respecto de la situación del seguro médico obligatorio que cada futbolista paga con su licencia federativa antes de comenzar cada temporada. El hecho de que con la temporada ya comenzada la Federación Gallega de Fútbol (FGF) no tenga todavía firmada la póliza con una compañía aseguradora (Adeslas) que tampoco tiene convenios concertados al respecto de lesiones deportivas con ningún centro médico de Ourense, A Coruña y Lugo, origina cuanto menos alarma en el fútbol provincial.
Y es que los clubes ourensanos lamentan que la ya precaria asistencia médica habitual se vea aún más alterada por un conflicto burocrático a tres bandas entre Federación, compañía aseguradora y centros médicos, conflicto en el que los futbolistas y clubes entienden que son los únicos perjudicados al ser los primeros en pagar una licencia que conlleva el seguro médico deportivo obligatorio y tener la incertidumbre de una cobertura que está en entredicho. Los centros médicos privados ya anunciaron en declaraciones a este medio de Marta Taboada, gerente de la Asociación de Hospitales Privados de Galicia, que atenderán las urgencias de deportistas independientemente de que en virtud de no existir un protocolo de actuación al no haber concierto de Adeslas con los hospitales, más allá de que después emitan a quien corresponda la factura por los gastos ocasionados o deriven la atención a un hospital público.
En pie de guerra
El malestar entre los clubes ourensanos es tal que los equipos de Preferente mantuvieron conversaciones barajando la posibilidad de no comenzar la liga que arranca hoy mismo. Finalmente, y después de hablar con José Luis Cachaldora, Delegado en Ourense de la FGF, que les tranquilizó, sí habrá partidos de Preferente.
'Nilo' Ramos, presidente del Centro de Deportes Barco, asegura que esta situación le parece "un cachondeo", si bien confía en que "la Federación Gallega sea capaz de arreglar en los próximos días este asunto porque los equipos no van a poder engañar siempre a la Seguridad Social. Se pidió unos días de margen para solucionar el problema y eso esperamos".
Perplejidad en Verín
Desde Verín, otro de los clubes de la Preferente ourensana, el presidente José Manuel Zubiela viajaba desde la tensa calma inicial, la que le había aportado la Federación después de pedir explicaciones, hasta la perplejidad a medida que escuchaba los pormenores del conflicto que desde este medio se le fueron pormenorizando: "Si es verdad lo que me cuentas... Me parece increíble... Yo ya formalicé las licencias federativas pero parece que estamos pagando algo que no sabemos a quién ni qué coberturas tenemos. Me llamaron muchos jugadores preguntando acerca del conflicto y por ello hablé con la Federación para pedir explicaciones diciéndome que tendríamos cobertura pero si es verdad que pagamos una licencia cuya póliza todavía no está firmada habría que tomarse en consideración ciertas cosas. Si pasa algo deberíamos juntarnos todos los equipos ourensanos y ver qué se hace".
El Barbadás, el primero de los equipos ourensanos en comenzar la temporada, ya necesitó de los servicios médicos varias veces. El jueves, Jorge de Dios, debió ser trasladado al Centro Médico El Carmen para hacerse unas pruebas al sufrir un traumatismo torácico: "Tivemos que comunicar o asunto á Federación, pois tratábase dun amistoso, pero non houbo problema", asegura José Manuel Fernández, presidente del Barbadás.
Uno de los problemas que está originando este conflicto es la paralización de las pruebas médicas complementarias. El defensor Oli está pendiente de someterse a una prueba de fuerza para analizar las causas de sus taquicardias.
Fernández dice que "en Ourense xa non hai grandes hospitais e se o que temos aínda por riba poñen dificultades e limítannos... Esperemos que todo se solucione".
