FÚTBOL LOCAL

El futbolista de un equipo ourensano de Tercera: "Aposté en contra de mi equipo"

OURENSE. 28/02/2018. Máquina de apuestas en la ciudad. FOTO: IVÁN DACAL
photo_camera Un usuario selecciona su boleto de apuestas en una de las máquinas situadas en los bares españoles.

Un futbolista de un equipo ourensano de Tercera división admite que hacen apuestas a sus propios partidos y que "nunca vio un amaño"

No te voy a engañar, claro que hay apuestas en Tercera división. Todos los equipos tienen un grupo de jugadores que apuestan a la misma liga o incluso a sus propios partidos", aclara un futbolista de un equipo ourensano de Tercera división. Y añade sin pelos en la lengua por el anonimato que le ofrece el periodista: "Yo incluso aposté en contra de mi equipo. Hay muchos jugadores que lo hacen".

Los amaños en el fútbol han llegado para quedarse. Atrás quedan los maletines con fajos de dinero que algún directivo cogía para "proponer" la compra de algún partido. Ahora está todo más organizado, más profesionalizado, más arraigado a un deporte donde el dinero manda y a veces en cantidades superiores a los sueldos de los futbolistas semiprofesionales y amateurs. 

No son goteos de información, si no que son caudales de presuntos arreglos económicos para sacar tajada. Hace dos semanas el partido entre el Levante y Zaragoza dejaba visto para sentencia un resultado cuanto menos investigable. Ahora son los equipos de Segunda B y Tercera división los que están en el ojo del huracán esperando a que se disuelva esa cortina de humo para aclarar ciertas situaciones y resultados. El Confidencial señalaba que "la mafia dedicada a amañar partidos de fútbol en estas categorías estaba conformada por un grupo de jugadores, exfutbolistas, pagadores, corredores de apuestas chinos y hasta un árbitro perfectamente organizados". Valencia, Murcia, Extremadura y Andalucía son algunos de los puntos con mayor presencia de amaños. Ourense está lejos del lugar donde se centran las investigaciones, pero ¿hay amaños en la Tercera división gallega? 

"No hay apuestas a un número específico de córner o faltas porque el mercado es muy reducido. Las casas de apuestas solo te dejan apostar a un resultado exacto, el número de goles, la victoria, el empate o la derrota. Esto hablando de Tercera división, claro", explica. Y es que las casas de apuestas establecen un margen de "seguridad" ante estos partidos que no están tan controlados como son los encuentros de la Tercera división. 

El futbolista continúa: "Nosotros (los jugadores) no podemos apostar por el móvil ni por el ordenador, porque las casas de apuestas online te piden datos como el nombre y el DNI y eso queda registrado. Pero al contrario, ahora existen unas máquinas físicas donde el control es mínimo y no hay ninguna prohibición al respeto. Es decir, yo quedo con mis compañeros para tomar un café y hay alguno que le mete 10 euros o 5 a algún partido de Tercera división. Pero también existen las posibilidades de hacer alguna combinada. Por ejemplo, apostar a un equipo ourensano y a un partido de la Liga española o la Champions. También es verdad, que hay otros jugadores que no apuestan ni quieren escuchar hablar de apuestas".

Explica el 'modus operandi' de cómo algunos futbolistas apuestan a favor o en contra de sus equipos y a otros mercados. Una práctica arraigada a una liga semiprofesional donde estos beneficios ayudan para pagarse ciertas cosas a mayores. Un sueldo extra.

"Suele pasar que si juegas en un equipo pequeño y vas a casa de un grande, realmente las opciones de ganar son muy pocas. Entonces apuestas en contra y realmente no es que te dejes perder porque la cantidad que vas a ganar es mínima. No he visto nunca que alguien ganase más de 100 euros en una apuesta sola y no digamos 1.000. Los jugadores no estamos interesados en que suceda eso, porque se notaría mucho con las cantidades apostadas", confiesa. Y sigue el testimonio: "Nadie ha venido a decirme que me deje perder en todo el tiempo que llevo jugando, ni tampoco he visto jugadas extrañas de mis compañeros, ni nunca vi sobres. No he visto amaños".

Las apuestas que realizan (algunos) son ínfimas comparadas con las cantidades que se manejan en Segunda B. "Fuimos al campo del líder, aposté en contra de mi equipo y perdimos. Gané poco". Ni para pagarse unas copas. 

Te puede interesar