Hugo Sanmartín sacó la magia

El Arenteiro derrotó al Ribadumia por 2-1 en un partido en el que hicieron méritos para golear a los pontevedreses, pero tuvieron que encomendarse al acierto del delantero Hugo Sanmartín.

El encuentro fue un monólogo de los verdes desde el pítido inicial. Tal fue el asedio de los locales que en los primeros cinco minutos ya habían sacado cuatro saques de esquina sobre la meta del Ribadumia y gozado David Mitogo de una buena ocasión para marcar.

Pero en la primera llegada visitante, Fran Matos regateó al defensa Maxi y el carballiñés cometió un penalti, tan justo como absurdo. El central Miguel Vázquez no perdonó el regalo y puso el 0-1.

Tras superar el revés, el Arenteiro volvió hacerse con el control. Pero el calor y el ritmo cansino que ponía el Ribadumia, con el marcador a su favor, no permitía el juego que los de Manel Vázquez querían imponer. Pese a todo, Mitogo y Albertito probaron fortuna con sendos disparos desde fuera del área que se marcharon desviados.

Del Ribadumia no volvió a haber noticias hasta el minuto 45 cuando Fran Matos ejecutó una falta directa que detuvo Rui Santos sin mayores problemas.

La segunda parte ya fue otra historia, y muy diferente. El Arenteiro fue el absoluto dominador y de no ser por las paradas de Expósito, el resultado sería otro bien distinto.

Comenzó su recital con una parada a Mitogo en un mano a mano, aunque en el 55 no pudo evitar el empate de Hugo Sanmartín, que ejecutó con calidad el lanzamiento de una falta directa.

El Arenteiro había logrado empatar el partido y Manel Vázquez movió el banquillo para refrescar el equipo. Jaime Noguerol e Igor Sevivas dieron todavía más mordiente ofensiva a un equipo que ya estaba lanzado a por la victoria.

El extremo Rober se fue por su banda y sacó un buen centro que remató de cabeza Albertito y salvó de nuevo el meta visitante. Adil y Jaime Noguerol probaron fortuna con disparos desde fuera del área que se fueron lamiendo el poste de la portería del Ribadumia.

Con el campo inclinado ya totalmente hacía la portería visitante, llegó la ocasión más clara. Igor Sevivas controló una pelota en el área tras otro centro, pero de nuevo se encontró con Ángel Expósito que evitó el tanto del portugués.

Pero tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió, aunque hubiera que esperar al minuto 87. Hugo Sanmartín ganó la partida a su par y remató de cabeza un centro que se coló en la meta visitante desatando la euforia. Era lo justo, aunque sin tanta espera.