Siempre vinculado a Ourense, arrancó a los cinco años en O Couto un camino que lo llevaría por Jerez, Leganés o Vigo.
Comida, viejas batallas en el café y homenaje en el campo de A Pinguela. Monforte homenajeó ayer a un Lemos histórico, el de la 1979-1980, que consiguió el ascenso a Tercera división comandado por José Ricardo Fernández (Ourense, 1949), entrenador de un equipo en el que militaban también otros cuatro ourensanos, uno por línea: el portero Luciano, el central Emilio, Alfonso en la medular y Martín en punta.
Hombre de fútbol, José Ricardo recuerda este ascenso "como un trampolín" que ayuda a comprender su larguísima carrera en campos y despachos de clubes como el CDO, el Xerez o el Celta. Antes, en Monforte, la temporada empezó con un autobús lleno de vecinos.
"Recuerdo nuestro primer viaje con el equipo, creo que era a Santiago. Entré en el autocar y me encuentro con gente que no conocía de nada. Le pregunté al delegado, y resulta que era costumbre que vecinos viajasen con el equipo, pagando ellos el desplazamiento", señala Fernández. Meses más tarde llegaría un banquete: "Les dije que si ganábamos los próximos cuatro partidos, invitaba a todos a una mariscada. Lo consiguieron ganando al Arsenal en Ferrol, y tras hablar con Tucho de la Torre, exjugador del Celta y que tenía un restaurante en Marín, allá me fui con mi mujer para volver con el maletero cargado hasta los topes".
Al final, ascenso en mayo de 1980 tras ganar al Vista Alegre. Un éxito colectivo e individual para José Ricardo, reconocido como el mejor entrenador local del año en ‘Los Populares'. Tenía oferta del Lalín, pero se quedó en el Ourense, en el que entró con cinco años.
Y es que sus primeros pasos en O Couto fueron de recogepelotas. "Ibarretxe, Felipe, Batalla, Orbán, Gutiérrez, Bouso, Cebrián, Matito, Chicha, Rivera y Malé", es la primera alineación mítica que recuerda José Ricardo, a finales de los 50. Unos años más tarde, llega su debut en los banquillos, casi con acné. "Empecé a entrenar muy joven, a los juveniles del Atlético Orense. Tras su fusión con el CDO, paso a integrarme en la estructura del club". Era tiempo de mili y Fernández, tras cumplir con su deber por las mañanas, trabajaba en los despachos del club por la tarde y entrenaba por la noche.
En la 68-69, se proclaman campeones gallegos juvenil tras vencer al Galicia Gaitera. "En el cielo manda Dios, en la tierra los gitanos y en el fútbol juvenil el Atlético Orensano", era su grito de guerra.
En paralelo a los banquillos, y ya como secretario técnico del Ourense José Ricardo vivirá hitos como la eliminación de la Real Sociedad en la Copa del Generalísimo de la 72-73, tras ganar en Atocha 1-3. Un partido del que no hay vídeo por culpa de una derrota previa: "Antes de jugar ante el Bilbao Athletic, un periodista le ofreció al presidente, Antonio Docabo, grabar el partido en Súper 8. Aceptó, y perdimos contundentemente. Cuatro días después jugábamos en Atocha, y el reportero se ofreció para repetir. Una propuesta que se rechazó… si perdimos así contra un 2ºB, ¡la Real nos metía ocho! Pero ganamos, y los gritos de lamentación se acabaron oyendo en La Concha".
Mientras, como entrenador, tras pasar por el Ourense juvenil, el Atlético Parque –"¡Cómo se llenaba Os Remedios los domingos!"-, el Arenteiro y el filial del CDO, en la 78-79 llega como ayudante al banquillo del primer equipo. Y al año siguiente, el Lemos. "Chicho –Antonio Pérez, actual presidente del club-, era un entusiasta. Llamó y me convenció".
Tras el ascenso, José Ricardo recibió la llamada de Jorge Bermello. "El Ourense bajó a Tercera y había estado a punto de desaparecer. Lo salvó una junta gestora liderada por Bermello, que puso como condición para estar ahí que yo fuera entrenador del primer equipo".
Acepta, aunque las cosas al principio no funcionan. "Tuvimos que empezar de cero, con muchos problemas. Pero enderezamos el rumbo y Bermello, que era muy listo, me aconsejó que mejor que lo dejase ahí y volviese al despacho, antes de quemarme. Llegó Negrillo, pero acabé volviendo. Luego vendría Manolín, y desde septiembre del 83 pasé a ser gerente del club".
En el verano de 1992, José Ricardo abandona el CDO tras casi tres décadas para hacerse cargo de la dirección deportiva del Xerez. Después, el Leganés, un breve retorno al Couto y el Celta, en el que fue delegado hasta su jubilación en 2012. A partir de ahí, mientras sigue la actualidad -"tras la tristeza de la desaparición del Ourense, no tengo dudas en que la UDO seguirá creciendo siempre que estén implicados los exjugadores" disfruta de la vida. "Y de mi tierra, de los amigos, de la familia y de mi mujer, que se merece un monumento"
