Patricia Da Silva entró hace tres años en el gimnasio para perder peso y ahora es campeona gallega de kick boxing
Se anotó en el gimnasio una tarde de mayo buscando un objetivo personal. Ayer entraba por la misma puerta pero con el cinturón de campeona gallega de kick boxing en casa y recién llegada del Campeonato de España, en Oviedo. Entre las dos fechas han pasado poco más de tres años.
"Siempre hice deporte y me había dejado un poco. Quería bajar peso y ponerme en forma", reconoce Patricia Da Silva. Unos meses después estaba "delante de un espejo entrenando las posturas básicas del kick boxing. Aún hoy me cuesta creerlo porque siempre pensé que este era un deporte para brutos".
No es la única ourensana que destaca en un deporte que no necesita explicación en esta provincia. Junto a la valdeorresa Anabel Suárez asumen el reto femenino de una modalidad que los Simón González, Manu Míguez o Carlos Conde hicieron suya a lo grande. Uno de los "legendarios" del kick boxing en Ourense es el culpable de que esta chica suba al ring, Cipri Gómes: "Le dije si estaba loco, pero me insistió en que probase. Solo me pidió que lo intentase, que este deporte desde el principio o lo odias o te engancha". Está claro cual es su caso.
Cuando flojean las piernas o la cabeza dice basta tiene dos buenos consejeros para evitar el K.O. Su entrenador es uno. El otro, su marido: "Desde el principio me animó a que lo intentase, que estaba seguro de que lo haría bien. Y en los combates siempre está ahí, viene a verme siempre. Dice que son los peores minutos de su vida, que lo pasa fatal, pero siempre está a mi lado". Aunque en la esquina el que la acompaña es Cipri Gómes: "Mi primer combate fue en Toledo. Tenía muchos nervios y me dijo que no me preocupase por nada, que no pensase en si iba a ganar o a perder. Me dijo que nunca dejaría que me pasase nada malo, que él me cuidaría. Lo recordaré siempre y nunca me ha fallado".
Pelear por el titulo nacional en solo tres años ya es un éxito. Ahora, un reto: "La organización fue muy mala. Me llamaron por megafonía antes de lo que estaba marcado y salí totalmente desconcentrada, sin calentar". Y sin su Ángel de la guarda: "Por discrepancias de la Federación Española y de la Gallega no dejaron estar a Cipri conmigo. Me sentí perdida ahí arriba. No sé que había pasado si no hubiese pasado todo eso, pero ahora tengo mucha ganas de volver a participar y pelear por lo que no pude ganar".
"Tengo seguridad en mí misma"
Victorias o derrotas, incluso títulos, no son la parte más importante de esta historia de superación personal: "Hacer kick boxing me ha dado confianza, tengo seguridad en mí misma. No es que sepa que me puedo defender por la calle, es que tengo autoestima. Me cambió el humor". Y se atreve a recomendarlo: "Llegué al gimnasio para ponerme en forma y he perdido 14 kilos, pero sobre todo mi cabeza tiene salud".
Cada uno que elija su deporte, Patricia tiene claro cual es el suyo: "Esto no es ballet, es un deporte de contacto, pero las mujeres tenemos también ahí una ventaja, podemos maquillarnos. Que prueben. Es lo que me dijeron a mí".
