Después de cinco jornadas ligueras disputadas, el Campus Ourense es el equipo que más puntos anota y el que menos recibe dentro de su grupo
Más de un mes de competición. Cinco jornadas disputadas. Un periodo de tiempo para nada definitivo, pero que sí sirve para extraer las primeras conclusiones. Y mirando al Campus Ourense, la palabra es equilibrio. El equipo que dirige David Monreal puede presumir de ser el que más puntos anota dentro de su grupo. Y con diferencia. Pero es que además, se reivindican como la defensa más efectiva, empatada con Getxo, para ser la que menos puntos recibe.
En ataque, desde el ascenso a División de Honor B, los ourensanos siempre han apostado por un juego vistoso y de anotación. Pero este curso parecen haber aumentado una marcha más. Por los 138 puntos logrados a estas alturas de la pasada campaña , los 198 de este año, en buena parte gracias a los 31 ensayos convertidos, 10 más que el siguiente equipo en el ránking.
Aún así la mejoría llama la atención en la zaga. A finales del octubre pasado, los de Monreal habían encajado 144 y, ahora mismo, solo 68.
Datos que no pasan desapercibidos para el preparador del Campus."Más ensayos y más puntos y empatados con Getxo en menos puntos encajados. Eso significa que, principalmente, en el apartado defensivo hemos mejorado con respecto al año pasado. Es cierto que ahora aún nos vienen partidos difíciles que nos harán saber donde estamos", analiza Monreal.
Y eso que no tenían una papeleta sencilla por delante. "Este año, la marcha de Jason Harvey, un referente que aportaba mucho en ataque y seguridad en defensa, teníamos que cubrirla. Y lo estamos haciendo bien por el momento con lo que tenemos. ¿Lo malo? Las lesiones que estamos teniendo. El curso pasado apenas tuvimos, y en esta liga está siendo un calvario. Todas son dolorosas para el equipo, pero más si son jugadores de fuera, que son puestos en los que andamos más flojos de efectivos".
Día de rotaciones
El estirón lo pegaron el pasado domingo, cuando superaron al Durango por un contundente 74-7. "El resultado fue muy abultado. En la primera parte no estuvimos demasiado bien, pero en la segunda mitad se hizo más caso a lo que se dijo en el descanso y salieron mejor las cosas. Tuvimos la suerte de que pudieron jugar casi todos, repartir minutos y ya con cambios en el 15 titular incluso. Y más viendo el calendario que nos viene ahora".
En el recuerdo, las dos derrotas. Ambas por solo un punto ante Getxo y el VRAC B, con opciones de que la moneda cayera de cara. Lecciones a aprender por un equipo de fuegos artificiales en ataque que gana seguridad atrás.
