Moure Jr.: “Se tardará mucho en ver algo parecido”

photo_camera Los corredores suben una de las múltiples cuestas en el Concello de Parada de Sil.

"La carrera se marcha de Galicia abierta y aunque Movistar y Sky están por encima Contador tendrá mucho que decir"

Hemos vivido una bonita etapa por las tierras de la Ribeira Sacra. A priori se esperaba que una fuga llegara a meta, con una etapa rompepiernas con continuos sube y baja pero sin ningún gran puerto que terminase de romper la carrera, no sin opciones, que había muchas, pero los organizadores no querían que ya en la primera semana hubiera grandes diferencias entre los hombres de la general y diseñaron una etapa algo descafeinada para lo que se podía haber realizado y vendido al 'mundo' desde la Ribeira Sacra.

Así fue durante muchos kilómetros. Rodó una fuga en cabeza intentado poner en jaque al pelotón pero el ritmo impuesto por el BMC en un primer momento, seguido por un fuerte arreón en la bajada al embarcadero al Sil por el Orica, hicieron que la fuga no gozara de mucho tiempo de diferencia.
Después de un impás, el Movistar se puso a tirar a bloque, más pensando en la victoria de etapa que en la lucha de hacer diferencias entre los destacados de la general. Esto hizo que se llegara al repecho final de algo más de 2 kilómetros con ventajas mínimas de la fuga que ya rodaba fragmentada por el duro terreno de aproximación.

Ahí vivimos un bonito duelo entre los hombres que querían jugarse la victoria de etapa, de que la que Simon Yates del Orica, con un potente ataque, hizo que coronara en solitario con una renta pequeña sobre sus perseguidores, pero que le valdría para presentarse en solitario en la línea de meta en Luintra.

Una carrera abierta

El paso de la carrera por tierras ourensanas nos deja una Vuelta abierta. Puede pasar cualquier cosa, pero con dos equipos por encima del resto, el Movistar y el Sky, siempre rodando en cabeza, llevando a un sorprendente Valverde después del podio en el Giro y su grandísima actuación en el Tour. Llega en un buen momento de forma y habrá que ver hasta dónde puede llegar. También está con su compañero Nairo, que también llega bien después del podio en el Tour. Y no faltará Froome, que a bien seguro dará mucha guerra en la Vuelta, y con un Contador que a pesar de haber perdido algo de tiempo en la crono por equipos y en Ézaro aún no ha dicho su última palabra, y hasta que se llegue a Madrid lo dará todo por darle un vuelco a la carrera.

La Vuelta se despide de tierras gallegas con la salida de Maceda. Muchos años tardaremos en ver, ya no algo igual, si no parecido.

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