“Es muy duro que llegue un jugador llorando y te diga que no tiene ni para comer"

Cuatro meses después de dejar el banquillo de un club que por entonces ya no vislumbraba ningún futuro José Luis Míguez 'Iglesias Luisito' desgrana todo lo que pasó en la última temporada del extinto Club Deportivo Ourense

El último entrenador en la historia del CDO contó en exclusiva en el programa La Prórroga de Telemiño las mentiras de la junta directiva de Alejandro Estévez, José Ramón Fernández Morgade y Alberto Fernández.



Usted fue un defensor de la última directiva, pero...

Desde Navidad la cosa se puso muy mal y se veía imposible que el club pudiera subsistir, no solo por las nóminas impagadas si no también por la deuda histórica. Cuando llegaron (Estévez, Morgade y cía) hicieron cosas muy buenas al aumentar la masa social y mejorar la imagen del club una barbaridad. Los seis primeros meses pagaron al día, se desvivían por el club y por eso los defendí. Es más, hicimos una gran temporada, salvamos la categoría a pesar de confeccionar la plantilla al esprint y aunque se terminó con tres nóminas pendientes no se denunció.



Y el apoyo a la Junta prosigue.

Se siguió apoyando a la directiva, particularmente yo. Hablé con los futbolistas y les pedí de favor que no denunciaran. Yo ponía la cara por la directiva. Lo decía y así lo pensaba. Los futbolistas se fiaron de mí y no denunciaron porque les dije que iban a cobrar, pero no fue así. Puse la mano en el fuego por ellos (la directiva) y me quemé.



Y usted siguió en el club a pesar de otras ofertas (la del Compos).

Acabó la temporada (2012-13) y le di mi palabra a Morgade de que iba a continuar. El Compos es mi equipo, allí jugué 10 años, y renuncié a entrenarlo por haber dado mi palabra de seguir en el CDO a pesar de que no había nada firmado ni ningún acuerdo económico, y fue porque me dijeron que no habría ningún problema para solventar la deuda con los futbolistas, cuerpo técnico y trabajadores.



Llega la preparación del nuevo curso y...

La directiva me pide darle un plus al equipo y me pregunta cuánto dinero necesitaría para estar entre los ocho primeros. Eché cuentas y con plantilla, cuerpo técnico y trabajadores, Seguridad Social incluida, salía 500.000 euros. Y ellos (la Junta) me dijeron 'ahí tienes'. No entiendo porqué con medio millón de euros en nóminas dijeron que no iba a haber ningún problema de cobros y a pesar de gastar mucho menos de esa cantidad, unos 370.000 euros, ya hubo problemas con los pagos desde el principio.



Y nada más comenzar...

El mes de agosto (2013) lo cobraron los nuevos, los demás empezamos a cobrar las nóminas del curso anterior. Fuimos a inaugurar un campo de fútbol, estaba el presidente de la Diputación y no apareció nadie de la directiva, tuvo que dar la cada Raúl Rois (el delegado). A partir de ese momento empecé a desconfiar pero aún así me aferraba a lo que había vivido la temporada anterior y seguí apoyando. Pero con el equipo líder, a finales de octubre en Mieres, se cobró el 20 por ciento de septiembre y los jugadores empezaron a impacientarse.



En noviembre, el primer problema grave.

En la eliminatoria de Copa ante el Laredo es la primera vez que me enfrento a los jugadores por defender a la directiva. Hay un encierro que yo paro. Le hago ver a los futbolistas que la sociedad está mal, que hay una crisis tremenda y que deben tener paciencia. Consigo calmarlos y me reúno con Morgade, el presidente y Alberto (el director general) y les cuento la situación y me dicen que iban a pagar vendiéndome la moto de que los certificados estaban al día, cuando era mentira.



Y a partir de ese momento los problemas no hicieron más que crecer y los ánimos...

Lo peor de todo es que la directiva incurrió en mentira tras mentira, fue un escándalo. La semana del partido de Ferrol (19 de enero de 2014), los capitanes Yosu y Portela pidieron reunirse con la directiva porque les llegó la información de que el club no tenía en orden las certificaciones. Hablan con Morgade ese sábado y les dice que la situación está muy mal. Los futbolistas empiezan a derrumbarse. Es muy duro que un futbolista llegue llorando al vestuario y te diga que no tiene ni para comer. No le deseo a mi peor enemigo que viva una situación así. Por la tarde me llama José Luis Díaz (coordinador de Deportes por aquel entonces en La Región) para hablar de la previa del partido y le digo que me importa bastante más que mis futbolistas no tengan para comer que ganar en Ferrol. El vicepresidente Morgade me dijo entonces que el único culpable de los males del Ourense era yo. A mí el club me debe casi 17.000 euros y sé que nos los voy a cobrar. No denuncié y no lo voy a hacer, y utilicé mucho dinero dándoselo a mis jugadores porque sabía en qué situación se encontraban, y lo volvería a hacer. Lo más grave es que me llegó Borja Valle llorando diciendo que no tenía para comer, y que tenía una oferta del Elche, y que se quería ir, pero el club no lo dejó, Después surgió el tema de Pinillos con el Córdoba y yo le dije al club que la libertad o se la daban a todos o a nadie, y no me hicieron caso y me dejaron sin el único lateral izquierdo.

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