El equipo ourensano destrozó al Oviedo, se coloca como líder de la LEB Oro y se jugará la plaza en el torneo copero el día 28 en Pamplona
El COB despidió el año en el Pazo de manera impecable. Felicitó las Fiestas a sus aficionados a lo grande, con un recital de baloncesto y una victoria contundente ante el Oviedo que adelanta el regalo navideño. El equipo entrenado por Gonzalo García de Vitoria se acuesta como líder de la LEB Oro y está a un paso de la Copa Príncipe.
Sin Brown y con las maletas de Allison en la puerta, el COB arrolló a su rival. Por delante en el marcador desde el primer minuto y solo minimizado en ataque en el segundo cuarto. El resto fue un ciclón.
Salva Arco fue el primero en mostrar las intenciones de su equipo. En los últimos partidos ha dado un paso adelante en la toma de decisiones. No tiene nada que demostrar pero está buscando ese partido descollante que le quite presión. El escolta empezó anotando ocho puntos y liderando las primeras ventajas locales. Con Fieler ya como mejor complemento.
El ala-pívot norteamericano fue el mejor de su equipo hasta que a Rivero le dio por sacar la chistera. Pero antes Fieler fue el más regular. Siempre por encima de sus pares en defensa y una décima antes en las acciones ofensivas. Dos mates, un triple y una recuperación para estirar primero la renta y para mantenerla antes del descanso.
El Oviedo, muy poquito. El inesperado acierto de Juan García en el tiro exterior y una zona que sobrevivió gracias a los fallos en tiros liberados de los cobistas. El pívot dominicano llevaba cinco triples en toda la temporada y en el Pazo clavó cuatro. Al descanso, 37-31.
Festival
Hasta ahí llegó el Oviedo. La segunda mitad fue un recital del COB. Desde el primer ataque. Mejor dicho, desde la primera defensa. Canasta, robo y diez de ventaja. Una detrás de otra. El trabajo defensivo del COB fue impecable y el Oviedo se quedó sin aire ni espíritu para aguantar. Christian Díaz y Fieler pusieron en pie al Pazo y sentenciaron el partido. Suka-Umu y Edu Martínez también aparecieron.
El base canario anotó sin descanso y en cinco minutos se acabó la emoción. El reto del partido pasó de buscar la victoria a centrarse en el average, a pensar solo en meterse en la Copa.
Quedaba la guinda y ahí Rivero redondeó un partidazo. 17 puntos en la segunda mitad y 13 en el último cuarto. Se gustó y enarboló la bandera de un COB ilusionante, soberbio. Líder convincente y con crédito para soñar.
