La ropa de abrigo y las mantas comienzan a poblar las gradas del fútbol provincial en una jornada en la que como siempre hubo luces y sombras
Se acabó eso de ir como un figurín a los campos de fútbol provincial. Y es que el otoño ha llegado para quedarse. Los estadios ourensanos se han llenado el fin de semana de personas bien pertrechadas con ropa de abrigo y en los parajes en los que los rigores meteorológicos aprietan más empiezan a dejarse ver prendas o utensilios más contundentes como la manta.
La tarde fue gris, muy gris, más en lo climático que en lo deportivo, aunque tampoco puede decirse que la jornada haya sido mala del todo. Bueno, para unos peor que para otros.
En el lado más negativo, y por desgracia ultimamente es asiduo, el Pabellón juvenil, que se encuentra ya a cinco puntos de la permanencia en la División de honor tras caer ante el Areosa (0-4). Además, la racha del Nogueira se acabó en Pontellas, con una derrota inesperada (2-1).
Entre lo más positivo, en Calabagueiros. El fresco no impidió que el equipo de Javi Rey alcanzara la victoria ante el Dubra (1-0), un bálsamo después del inesperado anuncio de su portero Macía de dejar el equipo valdeorrés.
Quien se mantiene en lo más alto de su categoría es el Arenteiro, que volvió a ganar (0-2 en Sanxenxo) y sigue líder de la Preferente.
En el fútbol nuestro, tarde de muchos paraguas. La UD Ourense cedió el liderato de Primera pese a ganar en Monterrei (1-2), que pasa a manos del Bande, que goleó al A Manchica (5-1). En Segunda, el duelo por todo lo alto entre Rante y Paderne terminó en tablas (1-1).
