Los dos últimos delegados territoriales, José Luis Cachaldora y Raúl Rois, solo tienen buenas palabras para el presidente de la Federación Española
El presidente de la RFEF ocupa el cargo desde 1988. Esa fue su primera visita a Ourense.
"Vino a pedirnos el voto y en Ourense teníamos cinco. Todos votamos por él", recuerda José Luis Cachaldora, entonces representante del fútbol aficionado y desde 1990 responsable de Delegación ourensana. Vila y Preciado (CD Ourense) representaban los votos de futbolistas profesionales, Justo Veloso y el propio Cachaldora a los jugadores aficionados y Jorge Bermello mandó un poder notarial con el voto de un CD Ourense al que presidía.
Ángel María Villar ganó las elecciones a la RFEF y empezó el primero de sus ocho mandatos.
Tardó en volver a Ourense. Fue ya en la década de los 90 y para la disputa de un partido Sub-19 que enfrentaba a España con Italia. En 2002 lo hizo para el España-Eslovenia Sub-21.
"Teníamos un muy buen trato y siempre fui invitado a las finales de Copa del Rey, incluso después de dejar la Delegación, pero sobre todo con Ourense siempre se portó bien", dice Cachaldora. Y añade: "Es un hombre muy cercano en el trato personal y siempre afable".
Las dos siguientes visitas a Ourense fueron para las finales de la Copa Federación en las que se impuso CD Ourense. La primera ante el Reus (2008) y la última contra el Guadalajara (2014).
Raúl Rois era entonces el delegado de CD Ourense y ahora los es de la Federación: "El año de la desaparición del club cogí el coche y me fui a Madrid con el capitán (Pato). Le pedimos de favor que nos adelantasen el premio de la Copa (90.000 euros más los kilometrajes). Nos recibió el Administrador General (Castillón), pero me consta que llamó a Villar y nos dio el papel por adelantado. Con ese dinero cobramos los jugadores y los empleados y llevábamos muchos meses sin cobrar".
"El que corta el bacalao era Padrón"
Los dos delegados tienen idéntica opinión de Villar y piden "prudencia" en los juicios de valor.
"Que yo sepa en España todavía hay presunción de inocencia. Aquí somos propensos a enterrar a la gente cuando todavía está viva. Vamos a esperar", dice Rois.
Cachaldora incluso va más allá: "Tengo la esperanza de que quede todo en agua de borrajas. Seguro que habrá cosas que sí, pero la mayoría no serán nada. Estoy seguro. Ahí (en la Federación) el que corta el bacalao es Padrón (vicepresidente económico y también detenido), pero está claro que a Villar, por ser el presidente, le tocará hacerse responsable de lo que hayan hecho otros". Y termina asegurando que "por el bien del fútbol español ojalá quede todo en nada porque con Villar el fútbol no ha hecho más que mejorar".
