Tras el descenso y una vez confirmada la marcha de la actual presidenta, Carmen Limia, un grupo intenta seguir con el club
Semanas de esfuerzo en la sombra y mucho trabajo. Solapados en gran medida por la repercusión mediática del prácticamente en ACB Club Ourense Baloncesto, las gestiones en el seno del Pabellón femenino no cesaron desde diez días después de confirmarse el descenso del equipo a Primera división nacional.
Ahora, una vez confirmada la marcha del club de Carmen Limia, presidenta desde el año 2010 y que anunciará esta semana de forma oficial su renuncia al cargo una vez concluídas todas las competiciones de base del conjunto, el trabajo se orienta hacia otras direcciones.
Ahora mismo y después de un mes plagado de rumores e inicios de proyecto infructuosos, las gestiones para que el equipo repita presencia en Liga Femenina 2 están realmente avanzadas.
El primer objetivo de los interesados en sacar adelante el nuevo proyecto del Pabellón femenino consiste en reunir los importes económicos necesarios para cubrir el aval y la inscripción. En total serían 14.800 euros, 13.500 de aval y 1.300 de inscripción para cumplir los primeros trámites económicos. Quizá el más sencillo de todos, a pesar de la complicada situación del equipo ourensano. Al igual que en el resto de competiciones amparadas por la Federación Española de Baloncesto, toda la documentación y el dinero deberán estar depositados antes del viernes de 3 de julio, justo antes de la Asamblea general de la entidad.
La plaza, pendiente de la FEB
El siguiente paso y quizá el más distante por la siempre difícil de comprender normativa de la FEB, es la disponibilidad de una plaza en la categoría.
La crisis que asola a los equipos de baloncesto españoles no es ajena al deporte femenino que ahora mismo tiene problemas para completar incluso la máxima categoría, la Liga Femenina. Entre los equipos con problemas, Rivas, Zamora y Plenilunio.
Nadando en río revuelto, el Arxil, rival de las ourensanas esta temporada y que ya cuenta con el apoyo necesario para cumplir los trámites y ascender de forma administrativa a Liga Femenina. De esta forma y en caso de concretarse una posibilidad más que real, quedaría una plaza libre que correspondería al penúltimo clasificado de la competición, el Universidad de Valladolid. De todas formas, existe la posibilidad de que alguno de los equipos que lograron el ascenso no ejecuten la plaza y ahí sí tendría prioridad el Pabellón.
Además, como alternativa a esta opción la federación también sopesa una ampliación de la competición a 28 equipos (en dos grupos de 14) frente a los 24 de esta temporada al ver que podría haber finalmente más solicitudes de las esperadas.
Lo que sí está claro es que en caso de salir nuevamente en LF2, tanto la plantilla como el organigrama del club tendrían que reformularse y ese es otro aspecto que tiene claro el nuevo grupo que ya trabaja en ello también.
Por delante tres días de arduo trabajo para buscar lo que sería el resurgir del decano del baloncesto ourensano, el Pabellón.
