El cancerbero del Ribeiro, que ante el Monterrei logró parar su cuarto penalti en la liga, lleva marcados cuatro lanzamientos desde la línea de 11 metros
El Ribeiro tiene sobrados motivos para estar orgulloso de tener bajo palos a Pablo Pérez, un portero que en la presente temporada ha parado cuatro de los cinco penaltis que pitaron a su equipo, siendo el último en Monterrei donde primero impidió que su rival se pusiera por delante y después, sobre la hora, materializó su cuarto tanto de penalti del curso, que sirvió para traerse un punto de Rozabales.
El cancerbero ribadaviense no se considera un especialista como sí lo es su hermano Berto, que milita en el Barbadás. "Es algo sorprendente y se está dando este año ya que en otras temporadas paraba uno o dos. Sin duda el más complicado fue éste último ante el Monterrei porque fue muy ajustado al palo".
En el momento de quedar cara a cara con el ejecutor Pablo comenta que "me concentro en el balón tratando de aguantar hasta el último momento para luego decidir hacia donde me voy a tirar".
Sin embargo, cuando el portero se pone del lado del lanzador, los suele tirar con bastante potencia. "No cabe duda que es un momento de tensión y cada uno decide a su manera, pero también mis compañeros y el entrenador confían en mí".
A Pablo, más allá de esta nueva faceta goleadora, no le disgusta jugar como delantero, una situación que experimentó en la primera vuelta ante el Manchica. Ocupó el banquillo y entró a falta de 17 minutos. "Muchas veces lo tenía hablado con el técnico Iván Alonso que siempre me decía que en algún partido me dejaría jugar porque sabía que me hacía mucha ilusión".
A pesar de esta aventura como atacante, el cancerbero del Ribeiro reconoce que "cuando empece en el fútbol siempre fui portero y decidí serlo al ver jugar a mi hermano Berto y mi tío Jorge".
En la actualidad es el segundo portero menos goleado dentro del grupo IV de la Primera Galicia y el año pasado compitió por el 'Zamora' con David Viana del Velle. "Si ahora lo pudiera conseguir sería muy bueno para el equipo, porque significa que no solo estoy haciendo bien las cosas, sino que el resto de mis compañeros defienden bien para que encaje tan pocos goles", matiza.
El técnico y la liga
El Ribeiro está cumpliendo una gran temporada donde el traspaso de poderes en la dirección técnica no afectó en la plantilla. "José Luis Vázquez hizo un trabajo fenomenal con la cantera y la gente joven de aquí. El tránsito de este entrenador al actual ha sido bueno porque es un chico con ideas nuevas, refrescantes y que funcionan".
Dada la buena ubicación en la tabla, el guardameta del Ribeiro no duda que en otras circunstancias estarían luchando por el ascenso. "Este año hay dos gigantes que son inalcanzables. Ante el Bande perdimos (0-1) y a la UD Ourense le ganamos (2-1), pero de todas formas han demostrado ser dos súper equipos para esta categoría. En cualquier campo nosotros podemos empatar, pero ellos ganan".
Pablo, que en su momento llegó a recibir varias ofertas, se siente de maravilla en el club de su pueblo. "Los problemas laborales hacen que no me pueda dedicar 100% al fútbol, por eso aquí el Ribeiro entienden perfectamente que primero está mi trabajo".
