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El Polígono toma oxígeno en el derbi del drama

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photo_camera El meta del Verín, Jorge, se lanza a detener un disparo del jugador del Polígono, Álex Díaz

Los amarillos impusieron su mejor fútbol ante un Verín que no dio la talla en el José Arjiz y toca fondo en la tabla

Solo valía el triunfo. Los dos equipos insistieron durante la semana. Era el derbi de las urgencias, vital para que ambas escuadras mantuvieran sus opciones de salvar la categoría. Y fue el Polígono el que se llevó el botín del José Arjiz tras el 1-2 final. Los amarillos fueron mejores, gozaron de innumerables ocasiones y solo la falta de puntería les privó de vivir un final sin incertidumbre. El Verín estuvo descolocado durante muchos minutos. Al final, cuando se vio a un gol, atacó con más corazón que cabeza y acierto.

El duelo entre penúltimo y colista dejó una mejor puesta en escena de los visitantes. El Polígono se encontró más cómodo y jugaba en campo contrario. Una declaración de intenciones. Pero fue el Verín el que tuvo la primera gran ocasión. El minuto 10 fue la clave del partido. Centro desde la derecha, Choco roza el balón y Javi, con todo a favor, remata mal cuando se cantaba el gol en la grada. En el contraataque, con los locales fuera de sitio, los amarillos dibujaron un ataque perfecto que resolvió Álex Díaz con maestría. Cero a uno y golpe encima de la mesa.

A partir de ahí, una sucesión de ocasiones para los hombres de Anxo Valcárcel (que regresaba al campo donde empezó la temporada). Choupas se convirtió en un quebradero de cabeza para la zaga del Verín, pero el punto de mira estaba desviado. Beni se encontró con el larguero mientras los locales pedían a gritos el descanso. Pero aún quedaba tela que cortar. Un paso en profundidad de Beni lo controla Kike que bate por bajo a Jorge. Cero a dos y sensación de que todo estaba sentenciado.

Y más cuando, en la reanudación, Javi veía la roja por una entrada absurda a Gustavo.

Tímida reacción

Parecía un muro infranqueable para un Verín frustrado. Sin embargo, curiosamente, el Polígono perdió el control. Salió a relucir la voluntad del Verín y, sin grandes ocasiones, empezó a merodear el área rival. Así llegó el gol. Enio se sacó de la manga un centro-chut que se coló por la escuadra ante la sorpresa de los presentes. Los verineses recuperaban opciones.

Tomó nota el Polígono, que volvió a mostrar las buenas sensaciones del primer tiempo. En su debe, un abanico de ocasiones claras falladas. Beni, Álex Díaz o Guille pudieron ponerle el cierre al partido, pero dejaron con vida al Verín hasta la prolongación. El último intento de los locales, otra vez con Enio como protagonista, no tuvo recompensa y los amarillos pudieron celebrar un triunfo que les da vida, les hace creer y les permite abandonar el farolillo rojo. Todo lo contrario que el Verín.

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