Presas lidera una versión mejorada

Tras el parón obligado por el temporal, la Unión Deportiva Ourense tenía ganas de fútbol, de enderezar el rumbo. Y Fernando Currás de mover el once inicial en la búsqueda de mejores sensaciones. Lo hizo. Le salió bien. Los rojillos superaron por 2-0 al Pontellas tras una primera parte notable y, por momentos, casi sobresaliente, y un segundo periodo donde jugó con el freno de mano puesto. Suficiente para no fallar otra vez.

La UD Ourense comenzó buscando al delantero Hugo García que, de espaldas a portería, descargaba el juego a las bandas. Y allí comenzó a aparecer Adrián Presas. El último fichaje empezó a llevar peligro y a forzar numerosas faltas. En su asociación con Codeso, los rojillos encontraron un filón.

Germán avisó desde lejos. Fue el aviso del primer gol de los locales. Corría el cuarto de hora cuando Alfredo buscó otra vez a Presas y este sirvió un balón medido a Aitor que, entrando desde segunda línea, remató a placer en el área pequeña para poner el 1-0.

El gol dio tranquilidad al equipo de Fernando Currás, que supo explotar las debilidades de un Pontellas que no inquietaba a Pato y que frenaba con faltas, que no tarjetas, los ataques locales. Los pontevedreses acusaron la ausencia de su goleador Yago y, aunque voluntariosos, no tenían veneno arriba.

Aitor rozó el segundo desde la frontal. Pero no llegó hasta que Presas volvió a la carga. Regateó a dos contrarios, asistió para Hugo García y el centro-chut de este se coló en la meta de Adrián. Minuto 25, todo bajo control y 2-0.

Hasta pasada la media hora, Pato Guillén no tocó el primer balón con las manos. Solo las complicaciones y pérdidas propias de la UD Ourense inquietaban su meta. La más clara, la que desperdició el visitante Lucho con un disparo a las nubes.

Combate nulo

El paso por los vestuarios bajó de revoluciones el partido, que ganó un punto de locura. Los cambios del Pontellas intentaron revitalizar su ataque. Llegaban más a zona de peligro, sí, pero sin la calidad ni las ideas para ni tan siquiera disparar a puerta. En el otro lado, los rojillos esperaban su ocasión para sentenciar de forma definitiva. Les faltó calma pasa controlar el juego y aprovechar sus oportunidades.

El carrusel de cambios hizo que Joni dispusiese de las mejores opciones de gol, pero o cruzó demasiado ante el portero visitante o tardó demasiado en rematar. No hizo falta. La victoria se quedaba en O Couto.

Tres puntos necesarios para seguir en la lucha en una jornada donde pocos "gallitos" fallaron. La UD Ourense mejoró. Pero tendrá que seguir haciéndolo.