BOLA EXTRA

Quintana no quiso ser Quini

Allariz. 18/02/18. Reportaje sobre Carriega y Anxo Quintana. En la foto los cuadros que hai en el Bar Pepiño de Allariz.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Plantilla del Allariz de Primera Regional con el expolítico y ahora empresario Anxo Quintana (segundo por la izquierda en la fila superior).

El exvicepresidente de la Xunta no se arrepiente de haber rechazado la oferta del Elche entrenado por Carriega para jugar en Segunda 

El recluta Anxo Quintana está hasta la bandera de chupar guardias en el cuartel de Artillería de Paterna. Los cánticos del Mundial de fútbol de 1982 ya se han apagado tras contribuir a disolver la amenazante polvareda levantada por los tanques que el general Jaime Milans del Bosh ha sacado a las calles de Valencia al proclamar el estado de excepción el 23 de febrero del año anterior durante el fallido golpe de Estado encabezado por el teniente coronel Antonio Tejero con el asalto al Congreso. 'Quin', como lo llaman sus amigos, tiene 23 años, la carrera de Enfermería terminada después de abandonar Medicina por el deseo de enrolarse cuanto antes en política para impulsar el nacionalismo gallego y no le queda más remedio que cumplir con el servicio militar obligatorio al haber agotado todas las prórrogas. En Paterna sabían de sus antecedentes y lo estaban esperando. "Metéronme nunha compañía dedicada a facer guardias e andar de desfile en desfile. ¡Fixen 155 guardias! En 14 meses largos non aprendín nada positivo. Non entendo como hai xente que conte historias da mili". Pero con la suya sueñan muchos niños. 

Entre imaginarias y marchas anda el que años después sería vicepresidente de la Xunta cuando recibe una llamada en el cuartel del entrenador Luis Cid Pérez 'Carriega' que pudo cambiar su vida. 'El sabio de Allariz' acaba de coger al Elche con el objetivo de ascenderlo a Primera, pero el equipo no carbura según las ilusiones y un presupuesto abultado por el negocio de la cerámica. "O Elche ía de terceiro ou cuarto, pero non terminaba de explotar na pelexa polo ascenso na que estaba tamén o Deportivo, o Celta estaba en Primeira, e buscaban un dianteiro. A directiva queríalle coar un que non lle convencía e el díxolles que no seu pobo había un dianteiro mellor". Pocos podían discutir el olfato de Carriega después de descubrir a Enrique Castro 'Quini', siete veces Pichichi, ascender al Sporting de Gijón (1969-70) o quedar subcampeón de Liga (1974-1975) y de Copa (1976) con el Zaragoza.

En el Allariz que militaba en Primera Regional había echado el ojo a un jugador de 185 centímetros que promediaba una veintena de goles por temporada. La delantera formada por 'Quin' y Juan Carlos Ríos, que después entrenó al Ourense, Verín o Lemos, era conocida como las "Torres Gemelas" y temida en los campos del fútbol provincial. "Non se cobraba nada, nen primas. O fútbol era unha festa, unha desculpa para ir de pobo en pobo cos amigos", recuerda el hombre al que Carriega brindaba la oportunidad de seguir los pasos del mítico Quini, que la semana pasada acudió a Allariz para despedir al entrenador que le abrió la puerta del fútbol profesional. Pero Quin no quería ser Quini. "Penseino varios días. Da oferta só me tentaba que podía saír do cuartel, pero díxenlle que non porque xa me faltaba pouco para acabar a mili e tiña outros plans. Eu non era deportista, a min non me gustaba entrenar, xogaba por vacilar e ligar, nada máis. Carriega sempre mo botou en cara, pero creo que foi mellor así, nunca me arrepentín. Ademáis, tamén era un reto para el porque eu era un descoñecido".

A pesar de la negativa y del reproche por la ocasión desaprovechada, la amistad perduró entre estos dos ilustres alaricanos. "Se nos puxéramos a falar de política estaríamos moi afastados, pero nunca puiden discutir nin unha soa vez con el porque sempre falábamos de Allariz. Presumía de alaricano con honestidade, non de boquilla, e botaba unha man independentemente do que pensases políticamente". Quintana tampoco olvida que durante su etapa como alcalde de Allariz, Carriega lo acompañó a Vigo para conseguir que Celta que entrenaba José María Maguregui jugase el día de las fiestas en el campo que precisamente ahora lleva el nombre del gallego que más partidos ha dirigido en Primera División. Aquella mañana en el campo de entrenamiento del Celta ganaron los dos. 

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