tercera

El Racing no dio ninguna opción

Arenteiro - Racing de Ferrol
photo_camera El defensa del Arenteiro Maxi conduce la pelota ante el visitante Pablo Rey, autor de dos goles en la tarde de este domingo en Espiñedo.
Arenteiro
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COB
Racing de Ferrol

El Arenteiro cayó con claridad ante el Racing de Ferrol por 0-4 en un partido en el que los departamentales fueron superiores desde el primer minuto de partido.

Sabían bien a donde venían los pupilos de Emilio Larraz, técnico de los racinguistas. Y así lo dejaron claro desde el pitido inicial. Tenían estudiado al rival, pero sobre todo al campo de Espiñedo, que es sabido de su estado que permite pocas florituras. Por eso se pusieron el mono de trabajo y no hicieron concesiones defensivas, ni siquiera lo pensaban, por si acaso.

Si a eso se le une la pegada que tienen con jugadores de superior categoría y sobre todo el contar en sus filas con Pablo Rey, que juega a otra cosa, es bastante más fácil. Enfrente un Arenteiro que no pasa por su mejor momento, más anímico que de juego. La cabeza, tan importante, no está despejada y al menor golpe, quedan noqueados. Y ese golpe llegó demasiado pronto. A los 16 minutos un centro de Armental, en el que la defensa no estuvo muy lista, le cayó al delantero Juan Antonio que con un toque sutil con la pierna izquierda puso la pelota lejos del alcance de Rui.

Con el partido encarrilado para los visitantes, estos se dedicaron a contemporizar y a llevar el partido a su terreno. El Arenteiro lo intentaba, pero no tenía la claridad necesaria para llevar peligro a la portería de Diego Rivas. A los 37 minutos llegó el segundo tanto visitante. El capitán Pablo Rey cogió una pelota al borde del área y caracoleo un par de veces para sacarse de encima sus marcadores y, tras buscar el hueco, superó de nuevo a Rui Santos con un disparo raso y ajustado al palo. 

El Arenteiro quería y no podía y solo se acercó a la meta ferrolana con un lanzamiento de Cassio tras dejada de Hugo Sanmartín que paró sin apuros Diego Rivas.

Cabía esperar el empuje de los locales en la reanudación pero nollegó. Seguro que mucha culpa la tuvo otra vez Pablo Rey que en el minuto 48 superó a Rui con una sutil vaselina solo al alcance de jugadores con una calidad contrastada. 0-3 y partido sentenciado. Y eso que quedaba toda la segunda parte, pero ya no había más que vender. Lo único, que el ourensano Diego Seoane, en las filas racinguistas, marcará el cuarto en un campo familiar para él, por las muchas tardes que allí pasó su padre primero como jugador y después como entrenador. Fue con un remate tras corner que subía el 0-4 al marcador y pacto de no hacer más dura la herida. El Arenteiro tendrá que resetearse y buscar como volver a enchufarse cuanto antes.  

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