El campeonato del Mundo de la especialidad dio su pistoletazo de salida ayer con la disputa de la primera prueba en Montalegre, Portugal
La localidad fronteriza de Montalegre, en Portugal pero a pocos kilómetros de Ourense, fue el escenario de la primera prueba del campeonato del Mundo de rallycross, en la que se impusieron Johan Kristoffersson, Krisztian Szabo y Kevin Eriksson, en Supercars, S1600 y Rx Lites, respectivamente.
La ya habitual visita de los mejores pilotos de la especialidad a Portugal (en varias ediciones tuvo lugar en el mítico trazado de Lousada), con Petter Solberg como punta de lanza y defensor del título, hizo que las gradas del circuito se volvieran a llenar de aficionados que retaron a la lluvia y el frío que azotó a la zona durante todo el fin de semana.
No fue un fin de semana sencillo para nadie en Montalegre. Durante el sábado, los equipos tuvieron que arreglárselas para encontrar los reglajes adecuados en las mangas de entrenamiento y hubo más de un susto en forma de salida de pista.
El domingo, con momentos de tregua en los chuvascos llegó el momento esperado por todos, las mangas clasificatorias y fases finales en las tres categorías presentes, S.1600, Rx Lites y el plato fuerte, los Supercars.
En la primera de las finales disputada, la reservada para los S. 1600, coches de algo más de 200 caballos de potencia y tracción delantera el ganador fue el húngaro Krisztian Szabo, con Andra Dubourg segundo y Janis Baumanis tercero.
Con respecto a la final de los RX Lite, vehículos de motor central idénticos y con una potencia de 300 caballos aproximadamente, dominio absoluto de Kevin Erikssen. El piloto sueco se situó en la primera posición en la primera curva de la carrera y ya no hubo opción. A continuación, Kevin Hansen y Joaquim Hvaal, en una prueba que solamente finalizaron cuatro unidades
Los Supercars, un espectáculo
Más de 600 caballos, aceleración y sonido único y pilotos de enorme calidad, eses son los ingredientes de un cóctel de una espectacularidad brutal.
Con la lluvia de nuevo como invitada, la final estuvo a la altura de lo esperado y además terminó con sorpresa. El sueco Johan Kristoffersson logró una autoritaria victoria en el debut del equipo Volkswagen Suecia en el Mundial de rallycross, dejando al ganador del año pasado y gran favorito Petter Solberg en segunda posición, cerrando los puestos de podio Timmy Hansen, hijo del pluricampeón de Europa de la especialidad Kenneth.
La estrategia en la Joker Lap (el recorrido alternativo que deben realizar una vez por carrera) fue determinante una vez más y el piloto del Polo, que entró en la primera vuelta, terminó favoreciéndose de la pelea de sus rivales sobre el barro, en una carrera limpia y que solamente tuvo el abandono de Per Gunnar Andersson por la rotura de la suspensión trasera izquierda.
Tras el éxito de la primera prueba del Mundial de rallycross, la siguiente para será el primer fin de semana de mayo en Alemania, concretamente en el circuito de Hockenheim.
