HEMEROTECA | Raúl Jiménez: "Hay que hacer de nuevo un club en una ciudad que sabe de baloncesto"

Raúl Jiménez, en el Paco Paz después de un entrenamiento.

Nació en Madrid pero pasó toda su infancia en Guadalajara. Se considera caracense aunque esté afincado en Bilbao. Este galimatías geográfico no es nada comparado con los destinos que ya ha tenido como entrenador.

Alicante, La Palma o Badajoz han sido parada y fonda para Raúl Jimenez. Ourense es la actual. ‘Ojalá pueda estar aquí 10 años’, asegura este joven Willy Fog de la pizarra. Más bien del video, el DVD y el ordenador. Es un experto en realizar los scouting de los rivales de jugadores. ‘Me acuerdo todavía de cuando para hacer un buen analisis de un equipo tenias que pegar cuatro cintas de VHS’, comenta. Le apasiona el baloncesto tanto que en sus tiempo libres se dedica a dar brillo a uno de los blogs más leidos en este país dedicados al deporte de la canasta. Visitar es para obligatoria para los más fanáticos pero absurdo para quién no disfrute con la técnica o la táctica. Las horas extra las dedica a una buena lectura o a hablar con su novia: ‘La llamo para que al menos esté traquila y sepa que he encontrato tiempo para alimentarme’. Su tendencia nómada no le pesa en ese aspecto: ‘¿y el que es marinero, qué. Y el que es camionero?’. No dudó en apostar por el COB cuando lo llamó Javier Muñoz y tiene claro que no se ha equivocado: ‘Este club va a funcionar. Hay mucha gente trabajando a todas horas’.

Norte, sur, este y oeste. Este entrenador de 31 años ya ha tocado los cuatro puntos cardinales de su país para seguir soñando con su trabajo. Para seguir trabajando en potenciar su sueño. Para formarse y hacerse un hueco en un mundo que no entiende de destinos fijos ni de contratos indefinidos.

Ourense es la última parada de un entrenador que tiene la maleta repleta de pegatinas.

¿Cómo llega la oportunidad de entrenar en Ourense?


Me llamó Javier Muñoz cuando acababa de volver de vacaciones de Estados Unidos. Tenía una opción de entrenar en LEB Plata y otra de coordinar un equipo de LF2, el Ibaizábal. Me dijo cuál era el proyecto de Ourense y no me lo pensé un segundo. Hice la maleta y a correr’.

El COB regresa a la LEB Oro y su presidente hace una apuesta arriesgada, ¿no?


Por ahora llevamos poco tiempo aquí pero es fácil ver que Jorge Bermello no es un presidente al uso. Tiene una forma de actuar por su trayectoria empresarial que lo hace distinto. Su idea es crear grupo de trabajo. Sabe que este es un club que está reconstruyéndose y quiere gente que si hace falta trabaje 20 horas al día. Aún así, Javier Muñoz tiene experiencia en esta categoría como ayudante y eso también es muy importante.

El club empieza de cero pero con un pasado a la espalda.


Es normal que la gente quiera ver ganar siempre a su equipo. La gente, a lo mejor no sabe cómo estaba este club hasta que llegó este presidente. El club estaba casi vacío y hay que hacerlo de nuevo, pero en una ciudad que sabe de baloncesto y en la que el entorno habla de baloncesto. El trabajo es intentar que este club vuelva a ser el club de todos los ourensanos.

Y usted, que ha estado en muchos clubes ¿cómo ve éste?


Desde el primer día que llegué ves que en este club hay a todas horas y todos los días muchísima gente trabajando. Hay mucha ilusión y motivación. Este club va a funcionar, que nadie lo dude.

¿Y el equipo? ¿Cómo va a ser el grupo que verá la gente?


Lo que tenemos muy claro es que queremos que sea un equipo muy agresivo y con mucha dureza porque la liga lo requiere. Con esas ideas intentaremos crecer. Los jugadores tienen que estar preparados para ayudar un minuto o 40 pero dándolo todo siempre. Tienen que ser jugadores que estén dispuestos a hacer resurgir al COB.

¿Y cómo va a ser la Liga?


La gente tiene que darse cuenta de que vamos a jugar en una categoría durísima. Esto no se parece en nada a la LEB Plata. Aquí hay muchísimos jugadores que tienen nivel de ACB o que van a tener nivel de ACB. Esta es la cuarta mejor Liga de Europa. Eso no lo duda nadie y lo dice todo.

Bueno, pues mucha suerte.


Lo que está claro es que somos gente a la que no le va a importar llegar a casa destrozados. Esperamos cultivar una buena dinámica de grupo y que los jugadores se den cuenta de que todos son importantes. No nos podemos relajar ni un solo minuto porque esta categoría no te lo permite. La gente está muy motivada, en el equipo y en el club.


 

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