PRETEMPORADA

Los stage de La Región en Manzaneda: una preparación de campeonato

Diez equipos y los árbitros de fútbol ourensanos disfrutaron de las instalaciones de élite de la estación de Manzaneda

 

Entrenar en el mejor escenario posible. Fue la recompensa que tuvieron diez clubes deportivos de la provincia y la delegación ourensana de árbitros gracias a los Stage de La Región que llevaron a deportistas, técnicos y colegiados a la estación de montaña de Manzaneda. Unos estuvieron más días, otros menos, expediciones más numerosas o "en familia", profesionales o equipos de base. Todos tuvieron cabida en unas instalaciones de máximo nivel que sirvieron para pulir la pretemporada de los deportistas.

Fútbol, fútbol sala, baloncesto, bádminton, hockey y voleibol, formaron un amplio menú de modalidades deportivas que pasaron por Manzaneda.

El Ourense CF fue el primero. El equipo de la Tercera División del fútbol nacional, entró el 3 de agosto y aprovechó el campo y el gimnasio para la puesta a punto de cara a una exigente campaña.

El testigo lo tomaron los árbitros de la delegación ourensana. También los que viven el deporte al otro lado de la "trinchera" aprovecharon al máximo su concentración.

Con la ilusión por bandera viajó hasta la estación de montaña el Sala Ourense, que encontró un entorno perfecto para pulir su preparación de cara a la temporada en Segunda B tras su meritorio ascenso.

Una paso adelante del  que también disfrutó el Velle, que regresa a la Preferente futbolística, y se exprimió al máximo durante su stage.

El paso entre fútbol y fútbol sala fue constante, y el Pizarras Tres Cuñados se esmeró en la pista para profundizar en su trabajo técnico y táctico.

La base tuvo presencia. Con fases de ascenso en el horizonte, El CB Allariz cadete femenino y el Carmelitas infantil femenino entrenaron como profesionales. Al igual que niños y niñas del Maristas infantil de fútbol sala, que terminaron su concentración para arrancar la Liga Gallega.

Polideportivos fueron también los stages del Athlos, que llevó el bádminton hasta Manzaneda, el hockey del Barrocás, otro ascendido, o el voleibol de las juveniles del Dompa, las encargadas en bajar el telón de esta edición.

Edades diferentes, deportes muy distintos, pero todos ellos con un mismo denominador común: disfrutar entrenando en unas instalaciones pensadas para la élite. 

Deporte y convivencia se dieron la mano un verano más. 179 jugadores y decenas de técnicos se emplearon al máximo para preparar sus competiciones. La ilusión de sentirse profesionales no tiene precio.

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