Arenteiro
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2
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1
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Noia
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El Arenteiro logró tres puntos muy importantes al derrotar al Noia por 2-1 gracias a un gol de penalti materializado por Rubén Arce en el minuto 90 de partido.
Lo mejor para los carballiñeses fueron los tres puntos que se quedaron en Espiñedo, porque dentro de unos meses muy pocos se acordaran de como fue la victoria: si llegó en el último minuto, si hubo que sufrir o si fue más o menos merecida. Es lo bueno del fútbol, que se vive semana a semana y no de los recuerdos. Son tres puntos que le dejan en la zona media de la tabla con ocho puntos en seis jornadas. Lo demás vale para poco.
El partido comenzó bien para los de Manel Vázquez. A los cinco minutos Rubén Arce se aprovechó de un error de la defensa visitante pero su disparo lo atajó Pajarillo. Y en la segunda llegada cantaron bingo. Rubén Arce se fue por banda y su centro lo aprovechó Igor Sevivas para de tiro raso superar al meta visitante.
El Arenteiro se asentó con el gol y no pasaba por apuros. De nuevo Sevivas pudo hacer el segundo pero su remate de cabeza solo, tras centro de Arce, se le marchó alto.
El Noia se fue estirando y tuvo su ocasión a los 33 minutos. Nolo aprovechó un pase entre líneas para plantarse ante Pachi, que salvó el disparo, pero el rechace le cayó a Nando que vio como cuando iba a rematar Pol evitaba el tanto.
Con un disparo rozando el palo del mediapunta Dani 'Chimpín', que se fue fuera por poco, terminó la primera parte.
En la segunda, el Arenteiro buscaba un segundo gol que dejara el partido casi finiquitado, pero este no daba llegado. En esas andaban cuando llegó el minuto 66. Una falta sin aparente peligro para el Noia desencadenó el tanto del empate. Error infantil del Arenteiro que permitió el saque rápido de los visitantes y Ferré se plantó solo ante Pachi para superarle con un tiro cruzado. Imperdonable la falta de atención de los verdes (1-1).
Tocó arrebato. Con el apoyo del público, siempre con su equipo, el Arenteiro buscó el gol de la victoria. Y este llegó. El pequeño de los Bardelás, Manu, remató al fondo de la red un despeje del portero Pajarillo, pero el colegiado, tras dudarlo, anuló el tanto.
El Arenteiro no perdió la fe, mientras el Noia creía en el milagro. Minuto 90, un balón sobre el área que pelea Igor Sevivas con un defensa y penalti. Rubén Arce cogió la pelota con decisión y tras engañar la meta Pajarillo puso el definitivo 2-1 en el marcador. Los tres puntos se quedaron en casa. Era lo que realmente importaba. Lo demás, pronto se olvidará.
