El Campus Ourense superó al VRAC B vallisoletano en un duelo muy físico, marcado por la lluvia y el estado del campo
Rugby puro. Así se puede definir lo visto en la tarde de ayer en el campo universitario. Aunque de campo tenía una parte y de piscina otra. La intensa lluvia que cayó durante toda la jornada marcó el encuentro entre el Campus Ourense y el VRAC B de Valladolid. Una tarde que puso a prueba los físicos de los deportistas, que dificultó el juego habitual de los ourensanos y que exigió un esfuerzo extra. Mereció la pena. Los hombres que entrena David Monreal dieron la cara y consiguieron un triunfo de peso por 31-12, tras 80 minutos en los que siempre estuvieron por delante, aunque costó abrir la lata.
Tras unos minutos de tanteo y con imprecisiones, los ourensanos dieron un paso adelante. Se quedaron a las puertas de conseguir un ensayo en el minuto 20, pero cinco minutos después Sam Shearer demostraba su nivel y posaba el oval más allá de la línea de ensayo. Él mismo convertía la transformación y colocaba el 7-0.
El guión seguía siendo similar y la ventaja se amplió. En este caso Simaile fue el encargado de ensayar y Shearer no falló con los pies para poner el 14-0 en el marcador y abrir tierra de por medio ante un rival voluntarioso.
Y esa voluntad tu premio justo antes del descanso. Ensayo pucelano en el último suspiro del primer acto y 14-5 camino de los vestuarios.
Estirón definitivo
El cielo seguía sin dar una tregua y el juego empezaba a ganar en épica. Minimizar fallos y asegurar el oval parecían los principales objetivos. Shearer, con un golpe de castigo, colocó el 17-5 favorable al Campus en el minuto 57. Más tranquilidad.
Pero los ourensanos no podían romper el partido y el VRAC B no se iba a rendir. Ahí, el omnipresente Shearer dijo basta. En el minuto 62 volvió a conseguir un ensayo y un transformación para dar un estirón casi definitivo en el marcador, 24-5.
Pero en el rugby vallisoletano nadie se rinde y los visitantes aún pegaron un último "coletazo" y se pusieron 24-12.
Nada que la dupla Marston-Shearer no pudiera solucionar con un ensayo con transformación cuando el partido agonizaba, que sirvió para establecer el definitivo 31-12 que dejó el triunfo en casa.
Una victoria trabajada, por el rival y las condiciones, que permite al Campus seguir en la parte alta de la clasificación, a la espera de que hoy se complete la jornada en la División de Honor B.
