En el estreno de La Vuelta en Ourense en 1936, un "despiste" de los escapados en la llegada a meta les obligó a deshacer el camino para finalizar
El general Emilio Mola y Francisco Franco ya se habían reunido para planear el golpe militar del 1936. En la calle, la rebelión sindical entre enero y mayo de aquel año ponía en apuros la segunda edición de La Vuelta a España con los organizadores temiéndose lo peor. La seguridad, una asignatura pendiente. Sin embargo, entre la organización de la carrera y el Gobierno español acordaron establecer dispositivos para proteger a los deportistas en un momento complicado en la historia del país. El golpe, se rumoreaba.
El día 5 mayo de 1936 salieron de Madrid, 53 corredores dando inicio a la segunda edición de La Vuelta. Después de 25 días y 18 etapas, Ourense se engalanaba para recibir por primera vez la prueba ciclista. Una circular del gobierno provincial, en colaboración con el Club Ciclista Ourensano, obligó a los establecimientos a cerrar durante la estancia de los deportistas para que hubiera una presencia "masiva" en las calles, según escribía el diario La Región en las previas del día clave. La imagen era transcendental.
Era 30 de mayo y a pesar de que la primavera es sinónimo de sol, aquel día llovía y hacía frío. Los corredores salieron de Vigo (19ª etapa) para llegar a Verín.
El cronista de La Región describía a través del teléfono como los aficionados se agolpaban entre los balcones de las casas a la altura de Ribadavia y Barbantes. El pelotón llegaba después de un grupo de escapados a Quintela de Leirado con impermeables. A su paso por la localidad "fueron recibidos por bombas. Algún corredor tuvo que dirigir el rumbo ante el susto".
Vicente Carretero fue el primero en llegar a Ourense. Ganó una prima de 50 pesetas entregada por las entidades locales. ¡Qué dineral! En los corrillos que se formaron criticaron las condiciones en las que habían subido la cuesta a Fuentefría: "¡Qué duro ha sido!". A su paso por Paz Nóvoa firmaron el control y el aprovisionamiento. "Los corredores fueron provistos de cerveza. Algún despistado salió tarde mientras ondeaba la bandera roja del comisario que daba inicio de nuevo a la prueba", se puede leer en el diario ourensano. Con el culotte y los pies embarrados salieron de la ciudad, el Alto de Taboadela esperaba. Los paraguas negros indicaban el recorrido a los ciclistas, mientras se escuchaban los aplausos y vítores de los aficionados. Sin ningún incidente transcurrió hasta Verín. Y ahí llegó el lío.
Un fallo más que un "despiste"
Dos periódicos (ABC y Mundodeportivo) explican "un despiste" de los escapados. Antoni Bertola, Vicente Carretero y Alphonse Scheepers dejaban atrás el cartel "Verín". En una bifurcación, un comisionario de la villa había recibido órdenes de que "los deportistas siguieran recto y los vehículos continuaran por la desviación de la derecha para evitar accidentes". Todo en orden hasta la llegada de los ciclistas. El comisionario indicó a los tres escapados la dirección errónea. Narra el ABC: "Se sabe que de no haber advertido a tiempo, a estas horas estarían llegando a Oporto". Se lee en el Mundodeportivo: "A trescientos metros de la prueba se despistaron y se metieron por una callejuela".El ganador de la etapa fue Fermín Trueba y los tres corredores "despistados" deshicieron el camino para entrar a meta un minuto después. El espectáculo dominó la prueba, después de las amenazas de la organización a los ciclistas tras la anterior etapa "demasiado lenta". La primera experiencia "ourensana" se desarrolló en 3 horas 38 minutos y 45 segundos. Entre cerveza y plátanos en la meta, todos se centraban en el lío del comisario. Nada juzgado, pero sí reconocido.
Ourense albergará otra etapa de La Vuelta en 2018. La noticia es ya oficial. El error de aquella primera vez quedó escrito. Ahora, el espectáculo de las últimas ediciones en la provincia es incontestable y la llamada del público una apuesta segura. De sobresaliente. Como lo sería posteriormente Delio Rodríguez. Esta historia merece un capítulo aparte. Una bola extra.
(Referencias bibliográficas: Las imágenes pertenecen a la hemeroteca del Mundodeportivo y del diario ABC).
