El Campus Ourense se despidió del campo Universitario por esta temporada con un triunfo ajustado ante el potente Bathco de Santander
Partido especial el que se disputó en la mañana dominical en el campo Universitario. Por varios motivos. El Campus Ourense quería despedir la temporada como local con un último triunfo en lo que casi fue su "coto privado". Solo el intratable Burgos superó a los de Monreal en su feudo. El segundo clasificado, el Bathco Santander intentaba repetir la hazaña, pero se quedó con las ganas. Tras 80 minutos (y un poco más) de juego intenso y tenso, los ourensanos lograron la victoria por 41-37.
Se esperaba un partido de puntos, y no decepcionó. Los visitantes solo tardaron dos minutos en inaugurar el marcador. Y a partir de ahí, un toma y daca continuo entre dos equipos de calidad ofensiva más que contrastada. Los que más fuerte pegaron, los hombres del Campus, que con Harvey y Mcleod lograron abrir brecha. Al descanso, 23-11.
Tras el parón, las cosas parecieron continuar dictadas por el mismo guión. Los locales consiguieron situarse 32-11 y el triunfo pareció encarrilado. Pero las expulsiones temporales que sufrieron los ourensanos no lo iban a poner tan fácil. Un factor que abrió la puerta a la remontada de los santanderinos, que en dos minutos se pusieron a tiro de solo un ensayo.
Era el momento de tener la cabeza de fría a pesar de la tensión que se dejaba ver sobre el césped en unos últimos minutos de infarto. Un ensayo y transformación del Bathco colocó el 38-37 con solo tres minutos por jugar. Ahí el Campus buscó evitar errores y forzar los de su adversario. Lo consiguió. Golpe de castigo anotado y 41-37 en el último suspiro. La victoria se quedaba en casa.
Con este triunfo, el Campus se coloca quinto con 52 puntos y afronta con plena tranquilidad la última jornada. Esta le llevará a Valladolid para medirse ante El Salvador B, una de las canteras más importantes de España. Pero el trabajo ya está hecho.
