19 cosas por las que volverás a jugar al fútbol provincial de toda la vida

El fútbol provincial es la esencia. El Mikasa, el 'punteirolo'; en definitiva, los recuerdos. Porque cualquier tiempo pasado fue mejor.

- El Mikasa: Cuenta la leyenda que si le dabas un cabezazo, perdías medio cerebro. También conocido como "penedo", solo un buen golpeo era capaz de moverlo... un par de metros. Era ideal para los campos de tierra de la provincia por su dureza. Si te golpea en un muslo a las nueve de la mañana, te acordarás de él. En algunos, aún se sigue utilizando.

- El 'punteirolo': Técnica poco ortodoxa que consiste en golpear con un "uñazo" el balón. Algunos de los mejores delanteros del mundo la utilizaron, pero su hábitat natural es el fútbol provincial.

- 'Furar': Científicos de la NASA han probado el furón, conocido en la provincia por el disparo seco y potente al balón, para atravesar la atmósfera.

- El reflex: Lo cura todo. Hasta el cansancio. Si tenías una rotura muscular, réflex. Si habías dormido mal, réflex. Si te habías hecho un esguince, reflex. Y réflex se querías molestar a tus colegas de equipo con su inconfundible 'cheiro'. Una de las escenas más repetidas del fútbol local es ver al asistente de tu equipo atravesando el campo con una garrafa de agua y un bote de réflex para sanar lo que fuera.

- Las Copa Mundial: son las botas de la marca germana Adidas que supusieron un antes y un después. Es lo vintage que a veces tiene nuestro fútbol. Se estrenaron en los mundiales de la década de los 70 y las popularizaron jugadores como Cruyff y Beckenbauer. De cuero, flexibles y resistentes; permitían un contacto excelente con el Mikasa.

- Los campos de tierra: A Abelleira, O Medo, O Tato, Outeiro Maior, Pau Rañado, Calabagueiros, A Moreira, José Arjiz... En su tierra han caído muchas rodillas.

- Los toxos en los corner: En algunos terrenos de juego, era aconsejable guardar una 'minifouce' en las medias para segar los 'toxos' y las 'xestas' que germinaban en las esquinas de los campos. Si eras lanzador de saques de esquina, lo sabrás.

- Las medias: Había que subírselas una media de 15 veces cada 30 segundos si no querías parecer un jugador italiano de los años 80. Ocultaban las espinilleras de 'ferro fundido'.

Los pantalones cortos (cortísimos): Los primeros hombres que se pusieron minifalda después de Escocia creían que vestían la equipación en un partido.

- El esparadrapo de tela en las medias: Vital si no querías que te pasara lo anterior. Algunos jugadores, los más presumidos, se encintaban tanto las piernas que corrían peligro de parecer momias. Si te lo apretabas mucho, cortaba la circulación. Si te lo apretabas poco, no valía para nada. Y, lo más importante, si eras tú quien lo llevabas a los partidos, los 'gorrones' de tu equipo te lo habrán pedido más de una vez.

- La grasa de caballo: Cuando quitabas la arena de las botas (equivalente a tres praias de A Lanzada), tocaba darle grasa de caballo a las botas para mantener su brillo y su tacto. Un par de botas te podía durar hasta la jubilación. Hoy no te duran ni para la primera vuelta de la temporada.

- La marca negra en los postes: Si vas a un campo que las tiene, en la base de las porterias, estás ante un campo mítico, histórico. 

- Las duchas frías en los vestuarios: La situación es la siguiente: domingo por la tarde. 5 grados, lluvia y viento "de compoñente moderado", que diría Pemán. Eres carne de pasarte hasta el miércoles en cama con un trancazo espectacular. Llegas al vestuario y de la ducha brota un manantial del Himalaia. Te haces hombre. 

- Los chiringuitos de los campos: "Pepe, ponme un quinto", "E logo non hai unhas pipas, Suso?", "Hoxe non che xoga o Juanito, Xocas?". Es el Chiringuito de verdad, nada del de Jugones. Los primeros tertulianos del mundo nacieron en los campos provinciales, acodados en la barra de bar. Es un templo, la meca del análisis táctico.

- La afición: Es sin duda, la más fiel, la más ruidosa, la mejor. Allí se juntan madres, abuelos, novias, novios, cojines, la calceta y un ejemplar del 'Hola'. Son las gradas más pintorescas del mundo.

Las frases: 

Va eh va, eh, vamos eh: Expertos aún están estudiando su significado. Va chavales, eh es su derivado.

En los corners, picha con culo: técnica revolucionaria de defensa al hombre.

A la olla: centro al área (en teoría)

Tú solo, tú solo: juégatela en el uno contra uno.

Tienes cara, tienes cara: Estás de espaldas a la portería, dásela a tu compañero.

Toca y vete: Lo que resulta de hacer lo anterior.

La X+INHA: Por ejemplo; la Danielinha: regate personal de un jugador al que se le añade la terminación brasileira para darle caché.

Hay partido, estamos ahí: Pierdes al descanso por 5-0

Lo importante es aprender, da igual el resultado: No te lo crees ni tú.

Eh, ¿me acercas a casa?: Un clásico después de entrenar o ir a los partidos.

Diagonales: correr el campo de una esquina a otra. El temor de las pretemporadas.

- Las cenas de equipo: Reuniones de hermanamiento entre compañeros. Algunos de los mejores recuerdos de tu vida futbolística vienen de alguna de estas noches épicas.

Las tanganas: Las había, no hay que engañarse. Quién no ha salido en defensa de su amigo porque le mentaron a la madre o se acordaron de sus difuntos. 

El grito en el vestuario: Cada equipo tenía el suyo. Buscaba 'acojonar' al rival.

- BONUS: Las madres: Merecen una mención muy especial, por no decir una medalla. Lavaron la ropa concienzudamente durante los años en que nosotros solo pensabamos en el balón.

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