FÚTBOL PROVINCIAL

Tesouro, lateral del Vilariño: un portero improvisado e imbatido

<p></p>
photo_camera Manolito posa delante de la portería de O Medo junto a sus compañeros.

Manuel Tesouro, jugador de campo del Vilariño, dejó la portería a cero y logró pleno de victorias en los cuatro partidos que tuvo que jugar como portero improvisado

Ya quisieran muchos porteros de la categoría tener sus números. Y eso que es lateral. Manuel Tesouro "Manolito" (Ourense, 1986), futbolista del Atlético Vilariño, ha jugado cuatro partidos repartidos en tres temporadas y su balance no deja dudas: pleno de triunfos y ningún gol encajado. Que lo superen. Solo acude a defender la meta de los de O Medo en causas de fuerza mayor. Mal no les ha ido. Ante el Cortegada, Taboadela y Monterrei, 90 minutos. Ante el Francelos, algo más de 20. Nadie le pudo toser.

Todo empezó como una broma interna de las tantas que hay en los entrenamientos. "Quino, si no hay portero me pongo yo", le decía al ya extécnico del Vilariño hace dos campañas. Lo que no sabía es que días después iba a tener que predicar con el ejemplo. El escenario, O Medo. El rival, el Cortegada.

"El primer partido fue curioso porque no sabía que me iba a tocar ponerme bajo palos. El club iba a fichar un portero, pero no pudo. Y el domingo me dice Quino Iglesias que me tengo que quedar. Y ya no dio tiempo a nada, ni a ponerme nervioso. Pero salió todo bien, ganamos 1-0 al Cortegada y tres puntos muy importantes en aquel momento para el equipo", recuerda Manolito.

Sensaciones nuevas. Después de eso comprendió aún mejor a los guardametas. "Al principio, con nervios. No es como ser un jugador de campo, que siempre tiene un compañero al lado para que se noten menos los fallos. De portero se notan más. Pero bueno,bien. Pensé que iba a tener más problemas. Sin desmerecer al resto de rivales, sobre todo con el Taboadela, que tenía un gran equipo con Camba o Jorge. Pensaba 'estos me vienen encima y ¡mi madre!' Cada cinco minutos preguntaba cuánto tiempo quedaba", bromea Manolito.

Porque tras el estreno ante el Cortegada, llegaron más partidos. Ante el Taboadela, el Vilariño venció por 3-0. Contra el Francelos, triunfo (2-0) y las redes intactas en los más de 20 minutos que disputó como meta. Y más recientemente, en el duelo aplazado por el temporal Ana, se repitió el 2-0 contra el Monterrei.

Una racha envidiable. Pero, ¿cómo se explica? "Porque los compañeros conocen la situación y se aplican más en defensa. Del primero al último, desde el delantero hasta los centrales. Y se nota", destaca el futbolista.

La pregunta ahora es si seguirá esta racha. Manolito no tiene muchas ganas de comprobarlo. "Esperemos que no me tenga que poner más", comenta con una sonrisa. Pero sus números están ahí. Todavía se busca al valiente que se atreva a hacerle un gol. Los que han pasado, no han encontrado la forma de traspasar el muro inesperado del Vilariño.

Te puede interesar