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Zulema ya es internacional

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photo_camera La árbitra ourensana Zulema González González, dirigiendo un partido.

La árbitra ourensana, que  es la primera colegiada gallega que consigue esa categoría, reconoce que es una "responsabilidad" y una "ilusión" este ascenso

Empezó a arbitrar con 12 años. Ahora, con 26, es una de las colegiadas de referencia a nivel nacional y quizá, el faro más fiable del arbitraje ourensano. Zulema González González no deja de ascender y es, desde este miércoles, internacional.

"Lo sabía desde la semana pasada, pero se hizo oficial hoy (por ayer). A mí me suena a responsabilidad, pero también es una ilusión", reconoce una colegiada que arbitra en la máxima categoría del fútbol femenino (Liga Iberdrola) y en la más alta en la que dirigen, hasta ahora, mujeres, la Tercera División.

Un ascenso de la FIFA y que la convierte en la primera árbitra gallega en llegar a ese nivel: "He dado lo mejor de mí en todos los cursos y en los partidos que dirigí. España tenía cuatro plazas asignadas y hemos tenido la suerte de que nos dieran una quinta. Si la he conseguido ha sido por mi trabajo". Y explica que a su escalera a la cima le quedan ya pocos peldaños: "Las que somos de primer año tenemos un cursillo para valorarnos y puedes permanecer un año más en la categoría internacional o ascender a categoría 'second'. Luego quedarían 'fist' y 'élite'. Hay que seguir trabajando con la misma ilusión hasta acabar llegando a lo más alto".

En su primer año dirigirá partidos internacionales de categorías de base y previas de Liga de Campeones. El otro lado de una moneda no tan lejana: "Los últimos años está pasando todo muy rápido, pero antes están muchos partidos en las categorías de base, en las liga regionales...". Ha vivido desde dentro el cambio radical del arbitraje femenino: "Cuando empecé casi no había árbitras. El que hubiese vestuarios diferenciados para árbitras y árbitros era impensable. Para entrar uno tenía que salir el otro". Lo que no cambia "son los padres. Sigue habiendo muchos que creen que tienen un hijo que va a ser profesional. Se dedican a todo menos a que sus hijos disfruten del fútbol".

En Ourense había siete árbitras cuando empezó. Ahora son el doble: "Ayer (por el martes) entrenaba con una niña de 13 años en Salesianos y estaba pensando todo el rato: 'Así empecé yo'. Le doy cursos a las que están empezando y lo hago con mucha ilusión". Y lo compagina con su trabajo de profesora en A Cañiza: "Voy con la mochila y cuando acabo me voy a entrenar".

Una profesión para toda la vida y una pasión que lleva en los genes y que amenaza con ocupar todo su tiempo a poco que el arbitraje ropa su techo de cristal.

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