Festín del Real Madrid

photo_camera El portugués Cristiano Ronaldo celebra el tercer gol del Real Madrid (Foto: Juanjo Martín)

El equipo blanco goleó al Basilea en un partido que volvió a confirmar el divorcio de una parte de la afición con el capitán del equipo, Iker Casillas

El Real Madrid firmó una goleada balsámica en su estreno europeo, que calma la ansiedad de su crisis de resultados, y vapuleó a un endeble Basilea (5-1) en un nuevo juicio al portero Iker Casillas, silbado por un sector del Santiago Bernabéu y ovacionado por la mayoría en un pulso sin sentido.

El equipo de Carlo Ancelotti sigue partiéndose y es lento en el repliegue. Pero en la primera noche europea los goles maquillaron todo.

Los necesitaba Karim Benzema, tanto que Cristiano Ronaldo sacó a relucir su cara más solidaria asistiendo hasta en opciones de tiro. Y también lo consiguió James Rodríguez para cerrar su partido más completo en el Santiago Bernabéu.

El Basilea no creó excesivo peligro pero sí llegó con facilidad mostrando nuevamente que algo falla en el centro del campo, donde se pide a gritos una figura de medio centro defensivo que de equilibrio.

No hizo falta en el inicio del camino a la defensa de título porque reapareció la pegada madridista. Marcelo chutó a las nubes, Modric soltó un latigazo que sacó como pudo Vaclik que se lució con un testarazo picado de Benzema. Ya nada pudo hacer a la media hora cuando Modric sacó de su chistera un pase al espacio, quizás el primero de la temporada en un partido del Real Madrid, para que el veloz Bale dejase atrás a todos, picase el esférico a la salida del portero y marcase a puerta vacía.

Fueron dos minutos de brillantez de Bale. Primero marcó y luego asistió. Desde la banda derecha al remate de Cristiano en carrera para que el portugués inicie un nuevo camino a su récord goleador en Europa. No le obsesiona porque en el cuarto tanto del real Madrid de nuevo prefirió buscar a Benzema que chutar. El francés chutó abajo y se topó con la parada de Vaclik cuyo rechace lo marcó a placer James.

Con la goleada llegó la relajación y el Basilea marcó el tanto del honor sacando provecho de una contra. González, libre de marca, corrió y chutó ajustado al palo. Imparable para Casillas que no se libró de los silbidos. Tan deseosos están sus críticos de un argumento para hacer subir los decibelios en su contra, como sus defensores de una parada salvadora. Llegó a los 67 minutos. Varane en el primer balón que tocó cedió mal y dejó sólo a González en el mano a mano. Iker recuperó el santo y sacó una manopla al balón picado. El Bernabéu volvió a corear su nombre como hace tiempo no hacía.

Fue la noticia de una segunda parte para el olvido. Con todo resuelto, sin excesivas ganas de hacer más 'sangre' del Real Madrid. El poste evitó el segundo suizo, en disparo de Schär y a diez minutos del final Benzema recuperó el gol.

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