Miguel Tena se despidió después de perder contra el Cádiz (1-2) de la afición ferrolana. El valenciano lloró el ascenso y se despidió de A Malata de la peor forma posible.
El cuento fue largo. El prólogo narraba alegría y fútbol de Segunda división, sin embargo el epílogo recoge la tristeza de dejar en la cuneta otra temporada sobresaliente pero sin llegar a la matrícula de honor. El Racing de Santander pisó A Malata con la igualdad en la eliminatoria y despertó con dos bofetadas del Cádiz.
Adiós a la primera parte. Y adiós al ascenso. Visto y no visto. Con una desventaja de dos goles volvió a pisar el césped para planear el milagro. Pero se quedó en un plan tras los segundos cuarenta y cinco minutos. El gol de Joselu solamente alimentó los corazones ferrolanos durante unos minutos. Faltaban dos goles y Miguel Tena intentaba animar a sus futbolistas, aunque el también pensaba en otra cosa. (1-2)
El Cádiz se llevó el envite en A Malata y el ascenso todavía tiene que esperar. Tanto para los gaditanos que tendrán que enfrentarse a más eliminatorias, como para los ferrolanos. Que angustiados se marcharan de vacaciones pensando en otro año en la categoría de bronce del fútbol español. Será sin Miguel Tena que emocionado se despedía de una afición que le agradeció el esfuerzo y la dedicación.
