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El Real Madrid sucumbe ante el maleficio griego

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photo_camera El jugador del Olympiacos Petway frena el avance de Mirotic. (EFE)

Los de Laso caen ante el Olympiacos (71-62), y la serie se resolverá el próximo viernes en el Palacio de Deportes en el quinto y definitivo partido.

El equipo español volvió a dar una pobre imagen, sobre todo en ataque, y con esta derrota ya suma doce en las trece visitas que ha rendido a esta pista.

El Real Madrid salió con las ideas claras, pero la puesta en escena pareció darle la espalda inicialmente con el Olympiacos gozando de segundas oportunidades gracias a su dominio del rebote ofensivo.

Los cinco puntos de Tremmell Darden, 6-5 (min.3) mantuvieron a los madrileños en el marcador para evitar grandes sobresaltos hasta que la defensa consiguió ajustar y nivelar la superioridad helena bajo los aros.

El juego, como estaba previsto, careció de fluidez, de vistosidad o de preciosismo. Los dos equipos eligieron luchar en las trincheras sabiendo la importancia de cada balón, de cada posesión.

El Madrid, poco a poco, se fue abriendo paso en el luminoso, 10-16 (min.8), aunque el Olympiacos consiguió cerrar el primer parcial casi en igualdad, 15-16.

El segundo parcial fue absolutamente calamitoso para un Real Madrid que anotó su primera canasta en juego después de 8.30 minutos sobre la pista. Hasta ese momento, sobrevivió, o malvivió, gracias a los tiros libres. En un parcial de 17-7, el Madrid sólo anotó desde la línea de personal.

Los todavía vigentes campeones alcanzaron su máxima renta con un 32-21 (min.17.20) y acabaron el acto con un 37-30. Lo único bueno fue que el Real Madrid siguió vivo después de diez minutos absolutamente desastrosos, con 7 de 17 en tiros de dos y 2 de 10 en triples después de veinte minutos de juego.

El paso por vestuarios atemperó los nervios de los jugadores del equipo español, que de la mano de Nikola Mirotic recortó diferencias, 37-33 (min.22).

Pero fue un espejismo, porque volvió la lucha cuerpo a cuerpo, volvió la prohibición de las canastas fáciles, los contragolpes sólo existieron en el recuerdo de los aficionados, y el Olympiacos volvió a salir beneficiado de este baloncesto fuerza, lleno de contactos y de control, 41-35 (min. 23).

Al menos, el Real Madrid estabilizó la desventaja en torno a los seis puntos a la espera de que llegara la inspiración y de que su baloncesto le reportara mejores dividendos.

Con problemas para tirar dentro de la posesión, haciendo grandes esfuerzos en defensa y tirando de corazón, el Madrid, de la mano de Rudy Fernández, que se echó el equipo a la espalda, logró empatar a falta de medio minuto a 47, y acabar el tercer cuarto con un 49-47, con un parcial de 12-17, que dejó abierta cualquier posibilidad.

Los nervios, la tensión y el cansancio comenzaron a dejarse sentir en ambos equipos. El Madrid empató a 49 (min.31), para a continuación conseguir el Olympiacos un parcial de 6-0, 55-49 (min. 33) que a esas alturas fue más valioso que el propio oro.

El Madrid volvió a quedarse sin armamento ofensivo y a falta de cinco minutos comenzó a ver perdido el partido tras un triple de Lojeski, 60-51.

La sentencia llegó a dos minutos para el final (62-58), cuando el Madrid pugnaba por llegar a otro final apretado y Vassilis Spanoulis falló dos tiros libres, pero Bryant Dunston cogió el rebote y anotó. Mirotic falló un triple a continuación y Lojeski volvió a encontrar el aro más allá de la línea de 6,75 metros firmando el acta de defunción del partido, 67-58 a falta de minuto y medio.

El 71-62 final mandó la serie al quinto y definitivo partido en Madrid (viernes, 20.45 horas). El Real Madrid sigue bajo el maleficio del pabellón de la Paz y la Amistad.

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