Ya pasada la mita de enero, comenzamos a darnos cuenta de que todos esos propósitos de año nuevo han sufrido bajas importantes. Sin embargo, todavía hay tiempo para introducir algunas costumbres y ahorrar un buen pico para las próximas vacaciones de verano.
Tienes por delante unos cuantos meses en los que, aplicando estos consejos y lo de muchos pocos hacen un mucho, puedes conseguir ahorrar una buena cantidad para tus próximas vacaciones.
La hucha
Un clásico, no por ello menos útil. Todo proyecto comienza con una inversión. Ve al todo cien o tienda de chinos más cercano y cómprate una hucha de esas de lata que no se pueden abrir. La idea es establecer una regla por la que hay que poner dinero en la hucha. Por ejemplo, cada vez que veas una moneda de cincuenta céntimos puedes meterla en la hucha, o el dinero que te devuelvan en los bares cuando pagues las consumiciones. Debe ser algo que no te suponga un gran esfuerzo financiero pero que vaya sumando. Piensa que si pones un euro todos los días en 5 meses tendrás unos 150 €.
La compra
Aprovecha las ofertas, pero siempre hazlo con cabeza. Por ejemplo, es habitual que algunos supermercados celebren días sin IVA. Son días perfectos para comprar una o dos garrafas de aceite de oliva con un 10 % de descuento y sobre todo, productos de limpieza como las pastillas del lavavajillas y todo aquello que no caduque que tiene un IVA del 21 %. Las primeras veces puede ser un engorro comprobar qué IVA tiene cada cosa, pero pronto identificarás fácilmente lo que tienes que comprar en estos días.
Algunos piensan que los productos de oferta son de peor calidad, pero en el caso de los días sin IVA y de productos estandarizados, como los de limpieza, no habrá ninguna diferencia respecto a comprarlo en otro supermercado sin dicha oferta.
Después coge el ticket de la compra y mete lo que hayas ahorrado en IVA en tu fantástica hucha.
Además, en la compra puedes ahorrar bastante dinero comprando productos de temporada y optando por las marcas blancas.
La telefonía de todos los tipos
Todos aquellos que tienen un paquete de teléfono fijo, más internet, más televisión y luego tienen teléfono móvil. ¿Realmente lo necesitan?
En muchas casas el teléfono fijo ha quedado sin uso. Y si no necesitas internet para trabajar, puede que te merezca la pena dar de baja la fibra óptica y volver al ADSL. En la mayoría de los casos esa velocidad es más que suficiente, incluso si ves películas en streaming. Por supuesto, depende de cada caso, pero plantéatelo.
Compara antes (y después) de contratar servicios
No se trata tanto de reducir coberturas como de comparar lo que se ofrece en el mercado. Lamentablemente, hay muchas empresas que ofrecen mejores condiciones a los nuevos clientes que a los antiguos. Así que no está de más recopilar los recibos de tus seguros, echar un vistazo a las pólizas y acudir a la competencia a ver qué te ofrecen. Seguramente puedas conseguir algo similar ahorrando unos cuantos euros.
Lo mismo ocurre con la comercializadora eléctrica. Hay opciones muy competitivas en el mercado que simplemente no son los nombres más conocidos.
Si llegado el momento, te falta una pequeña cantidad para alcanzar tu viaje soñado, puedes echar un vistazo a los préstamos online que se están ofreciendo actualmente. De esta forma, aunque tengas que pagar los intereses, distribuirás el pago en el tiempo.
