El Día del Trabajo de EEUU, en uno de sus peores momentos

Apenas el 12% de los trabajadores pertenecen a sindicatos en un clima de desempleo pertinaz

En Estados Unidos, donde apenas el 12 por ciento de los trabajadores está representado por sindicatos y las remuneraciones reales llevan tres décadas estancadas, el Día del Trabajo se conmemoró ayer con un desempleo pertinaz.

Y como hace 85, el Día del Trabajo encuentra los mercados de valores y la especulación financiera en una bonanza sin precedentes. Al mes siguiente de su celebración, en 1929, un "viernes negro" de pánico financiero abrió la senda a la Gran Depresión.

Según las cifras del Departamento de Trabajo, entre 1979 y 2013 la productividad de los trabajadores estadounidenses ha crecido un 64,9 por ciento y las remuneraciones de los que no tienen un puesto directivo en sus distintos niveles, más del 80 por ciento de la fuerza laboral del sector privado, crecieron un 8 por ciento.

Cuando se hace el ajuste por inflación, los ingresos reales medios de los hogares son ahora un 10 por ciento menores que en 2000.

El propio presidente de EE.UU, Barack Obama, defendió este fin de semana una subida del salario mínimo en todo el país, de los actuales 7,25 dólares la hora a 10,10 dólares, es decir, un 39,3 por ciento.



“nos lo merecemos"

"Estados Unidos se merece un aumento de sueldo", afirmó Obama en su mensaje radial del sábado pasado, al insistir en un proyecto que considera que no sólo beneficiará a los trabajadores, sino también a las empresas por su efecto benéfico en el consumo y en la economía.

Los economistas Daniel Greenwald y Sydney Ludvigson, de la Universidad de Nueva York, y Martin Lettau, de la de California, mostraron en un artículo reciente en la Red de Investigación Social que, en los últimos treinta y cinco años, la economía de EE.UU. "ha redistribuido la compensación alejándola de los trabajadores y llevándola a los accionistas".

Las cifras de la Oficina del Censo, por su parte, muestran que más de 51 millones de personas reciben cupones de alimentos y 83 millones reciben subsidios para la asistencia médica en el programa Medicaid. Es decir, más de un tercio de la población recibe asistencia.

Cinco años después de concluida la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el índice oficial de desempleo sigue en el 6,2 por ciento.

Si se suman las personas que han abandonado la búsqueda de empleo desalentada por las condiciones y quienes sólo consiguen empleo a tiempo parcial, quienes siguen sin hacer pie en el mercado de trabajo llegan al 12 por ciento de la fuerza laboral.

La creciente brecha de ingresos y el estancamiento de los trabajadores en la pobreza o en el tobogán hacia ella ha coincidido con el desmantelamiento de las organizaciones sindicales . Actualmente, poco más del 12 por ciento de los trabajadores en todo el país están afiliados a sindicados.

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