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¿Es el fútbol un nuevo sector económico?

Modric, en un partido contra el Rayo.
photo_camera Partido entre el Real Madrid y el Rayo.

La patronal del fútbol español está construyendo un relato económico según el cual aportaría un punto del Producto Interior Bruto y daría empleo a 120.000 personas. ¿Es oro todo lo que reluce?

El fútbol es importante –“qué duda cabe”, como diría el entrenador Arsenio Iglesias– pero de ahí a considerarse poco menos que un sector estratégico con derecho a obtener privilegios –fiscales, por ejemplo– media un cierto trecho.

A falta de datos oficiales –o de un observatorio público independiente–, la patronal del fútbol está construyendo un relato económico según el cual aportaría un punto del Producto Interior Bruto y daría empleo a 120.000 personas. Es la tesis de Javier Tebas, presidente de LaLiga, cuyo rigor –incluso cuando habla de fútbol– es cuando menos objeto de controversia. La credibilidad no siempre es su fuerte. Tampoco su talante democrático.

Augusto César Lendoiro, ex presidente del Deportivo de La Coruña, acaba de darle, por ejemplo, una buena lección a Tebas, al advertirle de que el Girona-Barça de la Liga tenía que jugarse en Montilivi y no en Miami, como así será. Tebas ve en EE UU un Eldorado que Lendoiro no niega, pero siempre que las cosas se hagan bien; no como pretendía Tebas.

“Por mucho que se nos diga, un Girona-Barça no impulsa de verdad LaLiga. Si queremos prestigiarla en América debemos ofrecer un gran partido, una Supercopa con el cartel insuperable de los indiscutibles mejores clubs del mundo. A nuestro fútbol lo lanza internacionalmente un Madrid-Barça, u otros equipos como el Atleti, Sevilla, Valencia… y más si se pone un título en juego”, explica Lendoiro en un artículo publicado esta semana en Mundiario.

Sea cual sea la mejor estrategia expansiva en EE UU –de momento el federativo Luis Rubiales le marca el paso a Tebas–, LaLiga presume de que en la temporada 2018/19 pagará 1.314 millones en impuestos, gracias a entender el fútbol como “un player global en la industria del ocio y el entretenimiento”. Tebas tiene en ese sentido avales de algunas consultoras que ven posible elevar su contribución al PIB, que ascendería ya a más de 11.600 millones de euros, el 1% del PIB español.

Para la consultora KPMG, el fútbol estaría protagonizando “la mejor promoción hacia fuera” de la imagen de España “después del turismo”. El fútbol sería, a su vez, la más potente industria del entretenimiento –“la más consolidada”, dicen expertos de ICADE–, todavía sin techo, al tener posibilidades de expansión. Desde ICADE subrayan en ese sentido el peso de la Premier League inglesa, de un 1,2% del PIB frente al 1% de LaLiga. Pero este tipo de datos hay que tomarlos con cautela, al tratarse de estimaciones.

¿Es oro todo lo que reluce? El actual modelo económico del fútbol se basa en el reparto de los ingresos por los derechos televisivos y la implantación del control económico a los clubs por parte de LaLiga, dos medidas que han reducido el endeudamiento del sector. Para asegurar el crecimiento previsto, LaLiga tiene claro que quienes más pagan son los aficionados que están en cada casa viendo los partidos. “No nos pagan las televisiones, nos pagan esos aficionados”, acostumbra a decir Javier Tebas.

De momento, la subida de las audiencias televisivas es compatible con el aumento del número de espectadores en los estadios, lo cual no evita las críticas de muchos aficionados a lo que llaman “el fúbol moderno”, con horarios desconocidos hasta la fecha. “Colocar horarios antes de las 19 horas supone una reducción del 15% de los derechos que se ingresan desde Asia”, advierte Tebas.

@J_L_Gomez

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