ECONOMÍA

La OCDE pide reformas a París y Berlín para impedir el parón de la eurozona

El organismo revisó a la baja las proyecciones de crecimiento para la mayor parte de sus países miembros

La OCDE lanzó hoy una seria advertencia a Francia y a Alemania, a las que reprocha que con su inmovilismo están arriesgando que la zona euro, amenazada por la deflación, se instale en un periodo prolongado de estancamiento económico.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que presentaba su informe semestral de Perspectivas, revisó a la baja las proyecciones de crecimiento para la mayor parte de sus países miembros y mostró su preocupación en especial por la zona euro, presentada como el "enfermo" por su secretario general, Ángel Gurría.

"Hay riesgo de un largo estancamiento en la zona euro", subrayó a la prensa Gurría, que avisó de que las expectativas de una muy baja inflación podrían llegar a amputar 0,5 puntos del producto interior bruto (PIB) en zona de la moneda única el próximo año y un punto en 2016.

Explicó que las previsiones de este estudio son más débiles que las de mayo y que "el crecimiento de la economía mundial se va a fortalecer muy gradualmente en 2015 y 2016" pero va a quedarse en un nivel "modesto", con tasas del 3,7 % y del 3,9 %, respectivamente, después del 3,3 % que se calcula para 2014.

El secretario general dio la "bienvenida" a la ralentización de la economía china, cuyo PIB pasará de subir un 7,3 % este año al 7,1 % el próximo y al 6,9 % el siguiente, una cadencia "más sostenible".

Para la zona euro, la OCDE estima que este año la actividad sólo progresará un 0,4 %, en lugar del 1,2 % que había anticipado en mayo, un 1,1 % en 2015 (en lugar del 1,7 %) y un 1,7 % en 2016.

Esa corrección a la baja del conjunto de la eurozona contrasta con las mejores cifras de algunos de sus países periféricos, y en particular de España, que debería crecer un 1,3 % este año, un 1,7 % el próximo y un 1,9 % el siguiente.

La economista jefe de la organización, Catherine Mann, explicó esa aparente paradoja precisando que "todas las economías que llevaron a cabo reformas estructurales agresivas entre 2009 y 2012, están creciendo ahora".

El problema, añadió Mann, es que esos mismos países que han pagado los ajustes presupuestarios con un aumento del desempleo -cada punto de PIB de recorte acarrea dos puntos porcentuales más en la tasa de paro- no están sacando todo el provecho que deberían, sobre todo por las resistencias de los países centrales, Francia y Alemania, a reformarse.

La economista jefe fue más lejos cuando le preguntaron sobre la necesidad de seguir insistiendo en la lucha contra el déficit público, y en concreto sobre qué tiene que hacer Italia para reducir su abultada deuda: "Para que un país pueda cumplir sus compromisos, tiene que crecer".

En este contexto, en el que no se ha excluido la amenaza de deflación en Alemania, lo que se le pide a este país es más inversión en infraestructuras, aprovechando su confortable margen presupuestario, y una liberalización en servicios, pero también que ponga menos presión a los otros socios europeos para la reducción del déficit.

A Francia la OCDE le insta sobre todo a flexibilizar su mercado de trabajo para abaratar el costo de la mano de obra, y a introducir más competencia en algunos sectores.

También hay un mensaje en dirección al Banco Central Europeo (BCE) de que las medidas que ha puesto en marcha para estimular la actividad deben reforzarse con más compras de activos para que el crédito llegue a los actores económicos, sin renunciar a la adquisición de deuda pública.

Todo eso debe completarse con la materialización de la unión bancaria y con más avances en el mercado único europeo, porque el problema del euro viene de la debilidad del consumo y de la inversión, pero también de la persistencia de una fragmentación en el sector financiero.

Al margen del Viejo Continente, la OCDE también disminuyó sus proyecciones sobre la economía estadounidense, que no obstante se quedará con unas tasas de progresión del PIB netamente más confortables: 2,2 % en 2014, 3,1 % en 2015 y 3 % en 2016.

El campeón del crecimiento entre los 34 Estados miembros en los dos próximos años será México, con un 3,9 % en 2015 y un 4,2 % en 2016, tras haber superado el bache que tuvo en 2013.

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