ECONOMÍA

¿Está pasando algo que no sabemos ver?

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photo_camera La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen.

El Gobierno de Alemania pone fin a su plan de defensa civil de 1995 e insta a acumular comida para diez días ante un posible ataque. La crisis económica pasa a un segundo plan ante este estado de cosas.

Alemania aprobó esta semana un nuevo plan de defensa civil que insta a los ciudadanos a hacer acopio de agua y víveres. También sugiere restablecer el servicio militar obligatorio. ¿Estará pasando algo grave que Alemania ya sabe lo que es pero no quiere decir? Sea lo que sea, buena pinta no tiene. Incluso aunque finalmente no suceda nada.

Tras la II Guerra Mundial, varias generaciones han logrado disfrutar de progresos económicos y sociales. Cada año solía ser mejor que el anterior. Y no digamos si las cosas se ven con perspectiva histórica. Con independencia de alguna que otra desaceleración coyuntural, el salto de calidad dado por la economía española durante el pasado siglo XX y los primeros años del siglo XXI fue tremendo, hasta el punto de que, justo antes de la crisis de 2008, España se había situado entre los países más ricos del mundo. Tras la Revolución Industrial, la economía de guerra y el Plan de Estabilización, el último gran hito fue la entrada en la UE, en 1986.

España también tuvo su etapa imperial pero no por ello consiguió el bienestar que, a pesar de la crisis, hoy se conoce. Hubo etapas de mayor acumulación de riqueza pero nunca un reparto de la misma como el que ahora se disfruta. Pueden buscarse muchas explicaciones y seguramente no habrá un solo factor que lo justifique. Pero si en algo es posible coincidir es en que los mejores años de la historia de España se han vivido estando en Europa. El país se modernizó al tener que competir.

En una España aislada como la del dictador Francisco Franco, la generación de la Transición buscó en Europa los símbolos de la libertad y la democracia, y se terminó encontrando no solo eso, sino también el bienestar. El liderazgo de Felipe González (PSOE) fue, en ese sentido, decisivo en los ochenta y comienzos de los noventa, hasta el punto de que a medida que pasa el tiempo puede valorarse mejor la dimensión de su obra política, por mucho que al final se viese empañada por una más que lamentable corrupción y prácticas ilegales en la lucha antiterrorista.

La modernización de España se hizo en los años ochenta. El PSOE recuperó el poder en España en octubre de 1982, lo cual fue todo un acontecimiento dentro y fuera del país, ya que no sucedía nada similar desde antes de la Guerra Civil del 36, en un mundo muy distinto.

El largo período de gobierno socialista se saldó con tres grandes éxitos: la supremacía del poder civil frente a unos militares que venían de dar un golpe de Estado en 1981, el ingreso en Europa en 1986 y una política económica socialdemócrata basada en un moderno sistema fiscal. También con dos sonoros fracasos: la corrupción y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Fueron las luces y sombras del cambio que fue afianzando la democracia y las comunidades autónomas, sin resolver del todo el encaje de Cataluña, que aún colea a la altura de 2016.

España lleva ya más de un cuarto de siglo (1986-2016) integrada en la UE, un período sin duda espléndido para la economía y, más en general, para la modernización social del país. Su acceso se produjo en plena efervescencia de la democracia y en tiempos de ilusión política, hoy venida a menos. ¿Estará pasando algo grave que no sabemos ver? ¿Es la crisis económica de 2008 un mal menor frente a las agresiones terroristas o los ataques químicos, biológicos, nucleares o cibernéticos?

@J_L_Gomez
 

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