¿Qué sale más barato pedir un minicrédito o tirar de tarjeta de crédito?

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Pedir un minicrédito de forma online y tirar de la tarjeta de crédito son dos de las formas más habituales de pago en nuestro país. Ambas prácticas han crecido en los últimos años y todo hace indicar que seguirán subiendo como la espuma en el futuro. ¿El motivo? La comodidad que se le proporciona al cliente por el hecho de obtener un dinero y poder devolverlo de forma posterior.

Y es que en España, desde hace unos años, estamos en el boom de los minicréditos online, que son pequeños préstamos que hace una entidad a un particular, que lo tendrá que devolver en un periodo de tiempo estipulado por el cliente. Esta actividad se realiza a través de la red, y el demandante de dinero sólo tendrá que entrar en el portal web de la entidad en cuestión, rellenar sus datos personales, seleccionar la cantidad de dinero que desea (esta no suele superar los 300 euros en la primera vez), el plazo a devolver y sólo unos minutos después tendrá el dinero en su bolsillo.

La gran ventaja de los microcréditos, a parte de su rapidez y su comodidad, es que no hay que presentar avales, nóminas ni ningún otro justificante. Con esto, te evitarás esperar a tu administrador en la clásica entidad financiera que te pedirá multitud de justificantes y que la confirmación de tu préstamo tardará semanas. Con los minicréditos todo se soluciona en cuestión de minutos. Así, a medida que el cliente devuelva su primera cantidad de dinero, la entidad en cuestión elevará la cantidad que pueda solucionar y así sucesivamente.

Así, el objetivo de estos créditos online es que cualquier persona pueda acceder a una pequeña cantidad de dinero para por ejemplo, solucionar una deuda pendiente, comprar un regalo por San Valentín, disfrutar de unas merecidas vacaciones o para pagar los libros de texto del colegio de los niños.

Pero, ante este auge de los créditos online emerge una pregunta: ¿conviene más sacar un minicrédito o tirar de tarjeta? Por comodidad es indudable que es mejor recurrir a una entidad financiera a través de internet ya que en cuestión de 10 minutos podrás obtener un dinero rápido y de forma sencilla. Por su contra, para obtener una tarjeta de crédito te tendrás que desplazar a la sucursal bancaria para posteriormente tener que presentar nóminas u otros documentos. Aquí está claro que ganan los micropréstamos.

Por lo que respecta a los intereses estos suelen ser similares. Por ejemplo, el minicrédito se paga alrededor de un 1% por día mientras que con la tarjeta será en función de las condiciones acordadas por el banco. Si decides recurrir a un micropréstamo online, podrás seleccionar un dinero y el plazo a devolverlo el día en el que consideres oportuno dentro de un mes, y si lo devuelves antes, habrá un menor cobro de intereses. Por su parte, con las tarjetas de crédito, si vence la fecha de liquidación de la cantidad a devolver los intereses podrían alcanzar un 20%.

En general, si ya dispones de una tarjeta a un buen interés y con un límite suficiente, podría ser mejor que un crédito rápido. Pero si no tienes tarjeta o es cara y con límite insuficiente (puede hacer que gastes más), el préstamo rápido es la mejor opción.

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