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¿Qué tal crecer más y repartir mejor?

La pizarra, uno de los puntales económicos de Ourense.Instalacines de una empresa de pizarra en el Concello de Carballeda de Valdeorras.
photo_camera La pizarra, uno de los puntales económicos de Ourense.

Si en algo podrían estar de acuerdo todos los partidos que se presentan a las elecciones gallegas es en que esta comunidad precisa crecer más y repartir mejor su riqueza. Para ello hace falta un modelo económico. 

Las elecciones autonómicas del 25-S propician, en buena lógica, que todos los partidos políticos apuren sus oportunidades para conseguir el mayor número posible de escaños. El PP los necesita para asegurar su actual mayoría absoluta y prácticamente todos los demás se centran en conseguir lo máximo que puedan, por si la noche del 25-S cabe sumar fuerzas desde la izquierda: léase PSdeG – PSOE, En Marea y BNG.

En campaña tiene cierta lógica que esto sea así, ya que es difícil hablar de pactos y de consensos. Ni siquiera, por lo que se ve, parece posible plantear una alternativa tácita al PP, que de producirse sería a posteriori. Sin embargo, la realidad económica de Galicia admite estrategias diferentes. Un ejemplo: si en algo podrían estar de acuerdo todos los partidos que se presentan a las elecciones gallegas es en que esta comunidad precisa crecer más y repartir mejor su riqueza, y en que para ello hace falta un modelo económico.

Crecer más y repartir mejor parece un objetivo común irrenunciable, máxime cuando a Galicia le queda mucho para recuperar los niveles de riqueza previos a la crisis, de ahí que ese objetivo sea una oportunidad para el consenso. Según el Foro Económico de Galicia, durante la crisis Galicia perdió 8,5 puntos de PIB y en los dos últimos años consiguió recuperar solo 3,9 puntos. Presumir de lo contrario o limitarse a querer repartir lo que aún no hay no parece que vaya a conducir lejos.

Este lunes, la TVG y la RG celebran un debate con todos los candidatos que, además de darlos a conocer, podría aclarar lo que quieren hacer para industrializar Galicia, elevar el crecimiento y crear empleo, e internacionalizar la economía.

Alberto Núñez Feijóo, del PP, es sin duda el aspirante más conocido y el que tiene una política económica más definida: otra cosa es que le guste o no a todo el mundo. Pero es evidente que el PP de Galicia tiene unos criterios presupuestarios rígidos, ciertas veleidades privatizadoras y políticas sectoriales no del todo cohesionadas. El resultado de su política, sumado al papel del sector privado, da lugar en Galicia a un menor crecimiento que en España pero también a una mayor cohesión social, con una tasa de paro inferior a la media.

El profesor de Economía Aplicada Xoaquín Fernández Leiceaga, del PSdeG - PSOE, es tal vez el candidato mejor preparado para analizar la economía de Galicia. Pero eso no le garantiza que su partido sea el mejor preparado para gobernar. Una idea fuerza en economía y una explicación convincente –pedagógica– podrían ayudarle en el debate televisado, e incluso marcar el rumbo de la campaña.

Luís Villares, hasta hace poco juez, no tiene perfil económico pero en cambio abandera una causa política –la de En Marea (Podemos)– que mucha gente asocia con la lucha contra la desigualdad y la pobreza. A En Marea le falta definir mejor cómo crear riqueza en Galicia y le sobran ideas para repartirla.

Ana Pontón, del BNG, hereda las bases programáticas del nacionalismo económico, que en Galicia son de izquierdas, lo cual le da un cierto componente sindical –de la mano de la CIG– pero le aleja del empresariado, que en una economía de mercado es esencial.

Más difícil lo tiene todavía Cristina Losada, la candidata de Ciudadanos, ya que este partido está en fase de construcción en Galicia, si bien ya sabe conectar con profesionales y emprendedores. 

@J_L_Gómez

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