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El Xacobeo, una oportunidad económica

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photo_camera El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una rueda de prensa.

Además de ser un posible proyecto de Estado, brinda la oportunidad de coordinar mejor los transportes y la gestión de algunas infraestructuras. La responsabilidad del conselleiro Román Rodríguez no es menor.

El Xacobeo 2021, como sugiere el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, es “un gran reto y una oportunidad” para dar a conocer Galicia. En realidad, es una gran oportunidad económica para el turismo, las infraestructuras, el transporte y el medio ambiente. Obviamente, también para la cultura y en el caso de las personas católicas, para la profundidad de sus convicciones religiosas.

Visto con perspectiva española, es una opción para elevar el crecimiento en todo el norte de la península, lo que le daría pleno sentido al Xacobeo 2021 como proyecto de Estado, en línea con lo ya sucedido en 1993, gracias a los pactos de Manuel Fraga con Felipe González.

Además de ser un posible proyecto de Estado, el Xacobeo 2021 brinda la oportunidad de coordinar mejor los transportes y la gestión de algunas infraestructuras, por lo cual la responsabilidad del conselleiro Román Rodríguez, como estratega y coordinador del proyecto, no es menor. Galicia no solo puede incrementar su PIB del año 2021 por encima de la media española, sino que puede aprovechar el Xacobeo para ser más racional en su autogobierno.

Manuel Fraga abrió un camino que marcaría el Xacobeo de 1993 pero también los de 1999, 2004 y 2010. Ahora toca dar un salto adelante, no con menos audacia. Hasta que Fraga diseñó el Xacobeo, bajo una marca con su correspondiente logotipo y mascota, el Pelegrín, la Iglesia católica permanecía aferrada a su idea de Año Jubilar compostelano, basada en la tradición religiosa. Y si Fraga fue capaz de toparse con la Iglesia sin apearse de su idea, se supone que los actuales gobernantes deberían ir mucho más lejos, desde el respeto a la Iglesia, pero también con nuevas miras, a modo de una nueva frontera. Ahí es donde está la responsabilidad política de Alberto Núñez Feijóo, si quiere marcar un antes y un después con la edición de 2021, que se celebrará por cierto tras las elecciones autonómicas de 2020 y, por tanto, con opción a un relevo en la presidencia de la Xunta, ya sea con un popular al frente -¿de nuevo Feijóo?- o un líder de la actual Oposición, que podría ser del PSdeG - PSOE o de En Marea.

El factor electoral no es una clave marginal y en este caso lo lógico es que conduzca a considerar el Xacobeo 2021 como un gran proyecto cultural, político y económico de país, entre otras razones porque la Oposición no está en condiciones de no sumarse a una estrategia compartida con Román Rodríguez. De lo contrario podría darse el absurdo de que, por ejemplo, un presidente socialista gestionase en 2021 el momento culminante de un Xacobeo al que su partido no había dado apoyo en 2018 y 2019 por ser un proyecto abanderado por el PP.

Para la economía también es importante el consenso político, a fin de obtener buenos réditos en términos de crecimiento y de empleo, pero a la vez de poder depositar plena confianza en las inversiones previas. Otros vectores a tener en cuenta comprenden la llegada del AVE, la coordinación de los aeropuertos, una nueva política portuaria, la implicación de los dos grandes motores económicos de Galicia -A Coruña y Vigo- en el proyecto, e incluso ver qué puede pasar con la AP-9.

Román Rodríguez, un profesor de Geografía metido de lleno en la política, parte de la ventaja de tener ahora plenos poderes xacobeos en la Xunta y de que la Oposición mal le puede mover el piso. Tiene en sus manos una gran oportunidad económica para toda Galicia.

@J_L_Gomez

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