Directora de actividades culturales de la Sociedad Estatal de Exposiciones Internacionales

Pereira Marimón: ’La cultura en Galicia depende del BNG y hoy sus prioridades van más hacia la lusofonía’

Cecilia Pereira Marimón, en Santiago de Compostela.
La museóloga y gestora cultural ourensana Cecilia Pereira es desde 2006 directora de actividades culturales de la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI). Ahora está trabajando en las de Zaragoza (14 junio-14 septiembre de 2008) y Shanghai (2010).
Usted es gestora cultural y museóloga. ¿Con qué se identifica más?

El mundo de los museos siempre me atrajo y cuando se quiere trabajar como técnico en museos hay que hacer esta especialidad. Pero la de gestión cultural se ajusta más a mi perfil, crear y desarrollar proyectos hasta su fin, que es lo que estoy haciendo en la actualidad. Es una profesión en alza como empresa cultural, porque nuestro tiempo de ocio ha crecido tanto que hace falta gente con formación adecuada.

Ha sido responsable del programa de exposiciones en el Auditorio de Galicia (1991-93) y conservadora jefe del Centro Galego de Arte Contemporáneo (1998-2003), pero también ha impartido cursos.

Nunca he querido ser profesora. Voy desarrollando experiencia profesional y en base a ello me llaman para impartir cursos más específicos, pero es algo eventual. Además, somos pocos los que nos dedicamos a esto.

¿Cómo valora su paso por el Centro Galego de Arte Contemporáneo?

Muy positivamente. Llegué allí en un momento difícil, tras la destitución de Gloria Moure como directora. Parecía que aquello se acababa, pero logramos hacer muchas exposiciones y fue apasionante el contacto directo con artistas internacionales de prestigio, pero también un trabajo agotador. Me impliqué mucho emocionalmente y llegó un momento en el que esta etapa estaba cumplida. Además, el centro iba en descenso, había muchos problemas entre el personal y la consellería, porque éramos autónomos. Era una situación insostenible y tenía ganas de emprender otros proyectos.

Desde septiembre de 2006 es directora de actividades culturales en la SEEI. ¿En qué consiste su trabajo?

Actualmente, estamos trabajando en Expo Zaragoza 2008 y Expo Shanghai 2010. La SEEI se encarga de la concepción y desarrollo de los pabellones de España y de las actividades realizadas en torno a éstos en las exposiciones internacionales y universales. En mi departamento nos encargamos del programa cultural: exposiciones de artes plásticas, arquitectura, diseño, conciertos, danza, teatro, cine y conferencias. La de Zaragoza, que será la primera exposición internacional monotemática (sobre el agua y el desarrollo sostenible), será una oportunidad para que Aragón exista en el mapa cultural. Las exposiciones son una plataforma (como una olimpiada) para desarrollar y mostrar en competición sana la cultura, para posicionarse.

¿Cuál es su reto al frente de este departamento?

La Expo de Shanghai. China es un país sorprendente con muchas posibilidades y España tiene mucho que decir. Es una oportunidad de oro para hacer un desembarco allí. Es todo un reto profesional intentar mostrar la variedad de la cultura española en todos los ámbitos.

La imagen más vendida de España sigue siendo la de Andalucía. ¿Qué lugar ocupa Galicia en estas exposiciones?

España tiene 19 comunidades, es un país muy fragmentado, y la cultura, el turismo y la promoción se ha cedido a las comunidades. Andalucía es una región grande e históricamente siempre se ha preocupado por su imagen en el exterior. Además, tiene una cultura ancestral fuerte (el flamenco) y vive del turismo. Hay comunidades con las que establecemos pronto una gran relación y contacto porque tienen mecanismos y presupuesto para promocionarse, como Andalucía, y otras más modestas.

¿Cuál es su aportación como gallega en este sentido?

Galicia puede ser una comunidad más pasiva, eso no quiere decir que no intente defender lo gallego y meterlo en la medida de lo posible. La cultura en Galicia depende del BNG y hoy tiene otras prioridades que van más en el entorno de la lusofonía que hacia China (Expo Shanghai), aunque estoy convencida de que habrá colaboración. Para unos es un tema más estratégico que para otros. Así hemos propuesto que la música celta y la gaita gallegas, que tienen posibilidades importantes, y sus orquestas y artistas plásticos estén representados en Shanghai.

¿Y Ourense?

Ourense tiene enormes posibilidades turísticas, un potencial increíble. Pero, le faltan infraestructuras, conexión con otras provincias gallegas y una programación más estable en el Auditorio.

¿Existe una buena oferta artística y cultural en Galicia?

La oferta es buena, pero podría ser superior. Unas comunidades van años por delante y otras tienen más medios. Con todo, Galicia, que debería invertir más en edificios y en programación cultural, tiene el problema añadido de estar en la periferia, del aislamiento geográfico.

¿De quién debe depender la gestión del patrimonio cultural?

El Ministerio de Cultura debe ría coordinar más las agendas de los intereses de todas las comunidades, sobre todo, en temas de proyección exterior. Si fuésemos a las exposiciones unidos, como hacen los franceses, tendríamos más poder.

Pero, los poderes públicos siguen invirtiendo poco en cultura.

Siempre es deseable más. Sigue siendo una asignatura pendiente. Tenemos potencial, pero no nos lo creemos y no invertimos. Es una pena que no se hagan programas culturales para las exposiciones a largo plazo.

¿Qué lugar ocupa Ourense en su vida a nivel profesional?

Lo que yo quería hacer, Arte Contemporáneo, sólo lo podía desarrollar en Santiago, porque en Ourense no había infraestructuras, aunque ha mejorado mucho en estos años. Antes no había Auditorio, el Teatro Principal no estaba reformado, tampoco había salas de exposiciones. Aunque el nivel cultural de los habitantes era alto, con grandes escritores y pintores, no había lugares de promoción. Esto ha cambiado mucho, pero el eje de Galicia sigue siendo Santiago-Coruña-Vigo, ciudades grandes y bien comunicadas.

De Santiago dio el salto a Madrid, ¿fue difícil?

Soy una emigrante de lujo y me siento así (he dejado en Galicia a mi familia y amigos). Trabajo en una buena sociedad, me pagan bien y lo que hago no lo podría hacer en Galicia. Pesa más mi desarrollo profesional: trabajar en una institución para promocionar la imagen en el exterior de España, a través de un pabellón, trabajar por el concepto de España, por lo que nos singulariza, por poner en común a las distintas comunidades autónomas, lo que no une, pero mostrando lo que nos diferencia.


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